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V. ASPECTOS CULTURALES
A. PERSONAJES ILUSTRES Y DISTINGUIDOS
1.- PERSONAJES ILUSTRES
José Vicente Villada (1843-1904)
Nació en la ciudad de México. Fue comerciante en Pachuca. Al estallar la Guerra de Tres Años, en 1857, se enlistó en las filas del general Miguel Miramón. En la invasión francesa figuró en la defensa de Puebla (1863). Fue aprehendido, pero se fugó para presentarse nuevamente al gobierno de San Luis Potosí. En la toma de Puruándiro, el 26 de marzo de 1865, se apoderó de una pequeña imprenta y en ella publicó el Boletín del ejército en campaña. En octubre de 1965, fue aprehendido en Santa Ana Amatla y fue llevado a Uruapan para ser fusilado, junto con el general José María Arteaga; sin embargo, fue liberado debido a la petición de los oficiales y del coronel imperialista Ramón Méndez, agradecido por su conducta humanitaria. Al triunfar la República, fue diputado por los Congresos v y vi. En 1885 fundó el diario El Partido Liberal. Después dirigió la Revista Universal. En marzo de 1889 fue elegido gobernador del Estado de México, cargo que desempeñó hasta su muerte. El nombre oficial de nuestro pueblo es San Juan Tilapa de José Vicente Villada, motivo por el que se le considera hombre ilustre de esta comunidad.
Benigno Esquivel Rojas
Nació el día 13 de febrero de 1882. Hijo de Juan Esquivel y de Hermenegilda Rojas Alarcón. Realizó sus estudios en el Seminario en la ciudad de México. Obtuvo el doctorado en filosofía, teología y derecho canónico, por la Universidad Pontificia Gregoriana. Fue prelado doméstico de Su Santidad San Pió X (José Santo), en Roma, y rector del Seminario Conciliar de México. Se ordenó en Roma el 10 de octubre de 1906. Murió el 10 de mayo de 1933.
2.- PERSONAJES ECLESIÁSTICOS DESTACADOS
Presbítero Mariano Estrada
En 1850, la escultura de la Virgen de la Asunción fue hecha por este padre, quien falleció el 7 de febrero de 1872. Sus restos descansan en el atrio del templo de San Juan Bautista.
Presbítero Elías Palomino Rojas
Nació el 20 de julio de 1900. Hijo de José Palomino y de Hermenegilda Rojas Alarcón. Estudió en el Seminario de México. Obtuvo la licenciatura en sagrada teología, por la Universidad Pontificia de México. Se ordenó el 29 de noviembre de 1925, en la Catedral de la Ciudad de México.
Presbítero Leopoldo Guadarrama Albarrán
Nació el 8 de enero de 1931. Fue hijo de Salomón Guadarrama y de María Albarrán. Realizó sus estudios en el Seminario Conciliar de México. Se ordenó el 24 de febrero de 1963, en la catedral de la Ciudad de México. Inició su ministerio en la parroquia de la colonia Escuadrón 201, en México, d.f. Falleció el 22 de abril de 1974, a la edad de 43 años.
Presbítero Laurencio Vázquez Martínez Nació el 14 de noviembre 1957. Hijo de Wenceslao Vázquez Martínez y de Angelina Martínez Corona. Realizó sus estudios primarios en la escuela de la comunidad, posteriormente ingresó a la Escuela Secundaria Técnica Núm. 43 de la ciudad de Toluca. Sus estudios preparatorios de filosofía y letras y hasta el segundo año de teología, los cursó en el Seminario Conciliar de la ciudad de Toluca. Continuó sus estudios en el Seminario lnter-Diocesano Guadalupano, ubicado en el pueblo de Los Remedios, municipio de Naucalpan, de la Diócesis de Texcoco. Recibió su diaconado el 3 de junio de 1990. Se ordenó en la catedral de Texcoco el 15 de agosto del mismo año. Inició su ministerio en la parroquia de La Purificación, en Santa María Ozumbilla, en Texcoco. Su cantamisa fue en su pueblo natal, el 8 de septiembre de 1990. En mayo de 2011, dono una réplica de la Virgen de Guadalupe para la capilla de la colonia de Guadalupe.
3. PERSONAJES RELEVANTES
Andrés Olín, Cipriano González José Albarrán Gutiérrez y Pedro Pontón, representantes agrarios del pueblo. Se les reconoce por su incansable gestión ante el gobierno federal para la obtención del ejido, el cual se logró luchando de 1916 a 1922.
Martinita Lazcano. Todavía hasta 1989 algunas personas mayores, como la señora Martinita, hablaban con gran orgullo la lengua náhuatl. Ella fue la encargada de dirigir las palabras de bienvenida al gobernador del estado licenciado Ignacio Pichardo Pagaza, en su lengua materna. Algunas de esas palabras fueron a través del siguiente diálogo: Queniquenocuchilti, “Buenos días”, San Cualli mumahuixoslli, “¿Cómo amaneciste?”; Quemacazit, “Bien”; Canitimica, “¿A dónde vas?”; Nicanati, “Al mandado”. Debemos sentirnos orgullosos de nuestro origen y lengua; recordemos que la Constitución de 1857 fue publicada en Náhuatl (mexicano) en 1888.
Josafat Plata Martínez
Fundador del primer equipo de fútbol llamado Club Tilapa, en 1955. Con el apoyo de todos sus miembros, lograron comprar un terreno para utilizarlo como campo de fútbol, ubicado en el paraje El pretil. Tres años después, a nombre de los deportistas del pueblo, Josafat donó el campo de fútbol para la construcción de la Escuela Primaria Cinco de Mayo, el 31 de agosto de 1958.
José Brito Palomino, Lázaro Martínez Jiménez y Basilio Cárdenas Ramírez, delegados en el periodo 1958-1960, llevaron a cabo la construcción de la Escuela Primaria Federal 5 de Mayo.
Gregorio Brito Aguirre
Nació en 1908. Realizó sus estudios en la escuela primaria de la comunidad hasta el cuarto grado. Fue miembro fundador de la banda de música de San Juan Tilapa en 1930. Primer fiscal eclesiástico del templo de San Juan Bautista (1956-1957). Desde entonces es sacristán estando en el templo presente en la entrega de los convites de las festividades del pueblo. Participó activamente en los paseos tradicionales con motivo de las festividades del día de San Isidro Labrador, de San Juan Bautista y de la Virgen de la Asunción, presentando en cada uno de ellos, distintas mojigangas o danzas, como la de Los Venados, Los Quetzales y Las Pastoras. Fundó la Danza de los Caballitos en 1931 y precursor de Semana Santa en 1960.
Don Isauro Olín Albarrán
Originario del pueblo, en 1951 y 1952 fue delegado municipal. En 1955, fiscal eclesiástico del templo de San Juan Bautista. Fundador en 1961, de la representación en vivo de la Pasión de Jesús denominada “El Mártir del Gólgota”. También fue primer mayordomo de las festividades de San Juan Bautista, de la Virgen de la Asunción y de Semana Santa.
Guadalupe González Carrasco
Nació el 3 de diciembre de 1940. Hijo legítimo de Guadalupe González Bernal y de Juanita Carrasco Albarrán. Realizó sus estudios primarios hasta el cuarto grado en la escuela primaria de la comunidad. Por vocación y herencia de sus tías maternas, a la edad de 15 años, le intereso el oficio de partera y en 1958; cuando contrajo matrimonio con el C. Bernardino García Corona, ella ya atendía a las mujeres parturientas. En 1974, trabajo en el Seguro Social de enfermera, capacitándose constantemente en el oficio que ella siempre le gusto e inclusive participo en diversos congresos en varias ciudades de la República Mexicana, donde pudo intercambiar experiencias y formas de trabajar, desde el uso de hierbas, hasta la aplicación de inyecciones o pastillas. A partir del 2006, solo atiende el reacomodo de los bebés; cuando vienen en mala posición, ofreciendo a su vez pláticas sobre planificación familiar.
Epitacio Corona Lara
Nació en el 23 de mayo de 1914. Hijo legítimo de Miguel Corona y de Clara Lara. Estudió sólo dos años en la escuela primaria de la comunidad, para luego dedicarse a las labores del campo, también trabajó como leñero y albañil. De 1945 a 1966 emigró a trabajar a los Estados Unidos de Norteamérica, alternando su trabajo con visitas a su pueblo natal. De 1957 a 1960 fundó y construyó la capilla de Guadalupe, la cual se ubica en la colonia que lleva el mismo nombre. Actualmente vive a lado de su esposa, hijos y nietos. La gente le llama de cariño don Pitarrías.
Hermenegildo González Castillo
En 1957 le prometió al patrón San Juan Bautista regalarle todas las flores para la procesión del cierre de su festividad. Un año después también lo hizo para la Virgen de la Asunción. Murió en 1985.
Juan González Carrasco
Oriundo del pueblo, hijo del señor Guadalupe González Bernal y de la señora Juanita Carrasco Albarrán. Ha sido primer mayordomo de las festividades de Semana Santa, San Juan Bautista, de la Virgen de la Asunción, del 11 de enero y del paseo de San Isidro Labrador. En 1970, inició con la tradición de reconocer con un regalo a todos los participantes del Paseo de San Isidro Labrador. En 1969, fue fiscal eclesiástico del templo de San Juan Bautista. En 1972; para dar realce a las festividades del pueblo, inició con un conjunto de personas muy reducido y fue hasta 1991, cuando fundo formalmente al “Grupo Carrasco” con más de 50 integrantes. Su propósito es preservar las costumbres y tradiciones de las fiestas de la comunidad, a la fecha (2012) aún continúa con su cometido.
De 1976 a 1978, fue Presidente del Comisariado Ejidal de San Juan Tilapa. De 1991 a 1993, fue presidente del Comité de Agua Potable, logrando en coordinación con otras autoridades del pueblo la obtención de la nueva línea de conducción de agua potable, traída del Xinantecatl por terrenos del pueblo.
Mercedez Martinez Albarran Originaria de San Juan Tilapa, Toluca Edo de Mexico. Egreso de la escuela de Bellas Artes de Toluca con la especialidad en grafica, en 1995 se integro al curso de "Tecnica de los Materiales de Pintura" en el Museo Taller Luis Nishizawa Flores, siendo una de la selecionadas para la exposicion "6 Alumnos del Museo Taller Luis Nishizawa. en el 2005 retomo la grafica en el taller del Museo de la Estampa de Toluca. 2006 continua en el taller "La Pintadera" en el curso de " Introduccion a la Geografica y Tecnica Alternativas de Impresion". a participado en gran diversidad de exposiciones colectivas de pintura y grafica dentro y fuera del estado de mexico. su mas resiente exposicion pictorica fue en el centro cultural universitario " Casa de las Diligencias"; Av. Benito Juarez Norte. No. 114, Centro de la Ciudad de Toluca, Mex. del 18 de febrero al 1ro de abril del 2011.
Primitivo Olín Díaz
Nació el día 2 de mayo de 1940. Inició sus estudios en la escuela primaria de la comunidad. Es miembro fundador de la orquesta Peralta, creada en 1954. Fue primer fiscal eclesiástico del templo de San Juan Bautista. En 1985, y presidente del Comité de Agua Potable en 1990. En su labor eclesiástica logró la remodelación interior de la sacristía, del sótano y del museo; así como el arreglo exterior del templo y del atrio, y la protección y embellecimiento de los jardines; en materia de abastecimiento de agua potable, la rehabilitación de la línea de conducción del manantial de El Acuxtitla, al tanque de almacenamiento La Alcantarilla.
Venancio lturbe Varas
Profesor y músico. Nació el 18 de mayo de 1946. Inició sus estudios en la escuela primaria de la comunidad. Sus estudios secundarios y normalistas los realizó en la ciudad de México, y otros en la Escuela Nacional de Educación Física. Desde muy pequeño, por herencia de su padre, se inició en el ambiente de la música. Se ha desempeñado como profesor en diversas escuelas primarias, secundarias técnicas y en la Escuela Nacional de Teatro del INBA. Ha sido ganador de diversos diplomas y reconocimientos en eventos musicales y deportivos. Participó como técnico en la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1968 y fue fundador de varios grupos musicales, como: Voces y Cuerdas (1970) y Cantares de México (1976-1988). En la actualidad forma parte del grupo Los Comandantes de Tollocan del Estado de México y Voces de México, de la Delegación Benito Juárez, del Distrito Federal. Ha actuado en teatros y en auditorios muy relevantes, entre otros como, Teatro de las Vizcaínas, Hotel Presidente Palmas de Zihuatanejo, Hotel del Prado y Hotel Capri. Donó el terreno para el campo de fútbol en favor del Comité Municipal de Deportes, el cual lleva su nombre.
Jacinto Brito Villegas
Ganador de varias medallas y trofeos por su destacada participación en el ciclismo de la federación mexicana del D.F. Sus paisanos lo conocen como el campeón, por su buena actuación en diversos estados de la República Mexicana y en el extranjero. En la ciudad de Sao Paulo, Brasil en 1963, fue campeón en los IV Juegos Panamericanos en Ciclismo, donde obtuvo la medalla del primer lugar, la cual donó al templo de San Juan Bautista.
Narciso Alvirde Peralta
Nació el 8 de agosto de 1938. Realizó sus estudios primarios en la escuela de la comunidad. Desde muy pequeño se inclinó por el deporte del atletismo. A los 12 años ya participaba en los eventos locales y regionales. Sus amigos le llaman con cariño el Chícharo o el Campeón sin corona. En 1957 se fue a probar suerte a la ciudad de México, donde trabajó como cargador en el mercado de La Merced. En un pleito callejero lo observaron los boxeadores el Ratón Macias, el Pajarito Moreno y Vicente Saldívar, quienes lo motivaron a practicar el box amateur en el gimnasio y baños Jordán. A finales de 1959, fue invitado a sostener una pelea profesional en la Arena México, que tuvo que rechazar, para luego regresar a su pueblo natal. De 1995 a 1998 ha participado en el Maratón Internacional de la ciudad de México, logrando calificar dentro de los primeros 100 corredores.
Fundador del Grupo de realce “Narciso Alvirde y Grupo”, en las fiestas del pueblo
Ricardo Alvirde Peralta
Nació el 3 de abril de 1951. Hijo de Vicente Alvirde Alcántara y de Dolores Peralta Romero. Realizó sus estudios primarios en la escuela de la comunidad. Fue segundo fiscal de la capilla de Guadalupe, en 1981. Ha sido integrante fundador del Grupo Carrasco y ha participado como mayordomo de las fiestas del pueblo. Por vocación familiar fue atleta. En 1966 ganó el primer lugar en la carrera San Juan-Colón. En 1969 incursionó en el deporte del ciclismo. En muchas ocasiones obtuvo el segundo lugar. Además fue fundador del Club Cóndor de San Juan Tilapa.
Pablo Corona García
Cantante e imitador del famoso Pedro Infante. Nació el 22 de marzo de 1943. Realizó sus estudios primarios en la escuela de la comunidad. Desde muy pequeño se distinguió por sus dotes como cantante e imitador. En 1967 cantó por primera vez con mariachi ante el público. Ha sido ganador de varios reconocimientos en diversos actos públicos, en Radio Mexiquense y en el programa La hora de los aficionados de la XEQ. Fue primer fiscal eclesiástico en la capilla de Guadalupe de 1983.
Rigoberto García Morales, Nicolás Alvirde Romero y Guadalupe Silva Martínez. Miembros de la mesa directiva del Comité Municipal de Deportes, A.C. donaron la parcela ejidal donde se ubicaba el campo de fútbol Unidad Deportiva Prof. Venancio Iturbe Varas, para la construcción de la Escuela Secundaria Técnica Federal No. 178 José María Velasco, en el mes de diciembre de 2000.
Sara Martínez Miranda
Apoyó a los delegados municipales en diversas obras de beneficio común. Entre 1999 y 2001 fue presidente de las Mujeres campesinas del pueblo, promotora de algunas obras públicas, poniendo un gran empeño en ayudar a los discapacitados y personas sin recursos.
Leopoldo Gutiérrez Delgado
Nació en 1972, es un maratonista destacado que ha conquistado varios campeonatos desde los 16 años. Fue seleccionado para participar en las competencias celebradas en Torhout Bélgica, el 20 de junio de 2002.
4.- DELEGADOS
Delfino Martínez Serrano
Nació el 24 de diciembre de 1928. Inició sus estudios primarios en la escuela de la comunidad y estudió la secundaria en la ciudad de Toluca. Fue delegado municipal en el periodo 1961-1962; tesorero del Patronato pro-construcción de la torre del templo de San Juan Bautista, en 1971, y presidente del Patronato pro-construcción de la casa cural (1974-1978)
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Leobardo Corona Vargas
Nació el 10 de junio de 1937. Inició sus estudios primarios en la escuela Justo Sierra y posteriormente estudió en la Escuela Secundaria Núm. 1, ambas en la ciudad de Toluca. Fue presidente de la Junta patriótica; presidente de la Asociación de padres de familia de la Escuela Primaria Cinco de Mayo; representante legal del pueblo ante la asamblea de oposición al pago bimestral del impuesto predial —en memoria a ese acontecimiento, se erigió el busto al licenciado Adolfo Ruiz Cortines, en el poblado de Capultitlán—; tesorero ejidal (1961-1964); secretario del Jardín de niños Profra. Evangelina Osuna Pérez (1965-1967) y delegado municipal (1970-1972). De las obras relevantes que se construyeron durante su gestión, se encuentra la introducción y construcción de la línea de agua potable, traída del Xinantécatl; la construcción del tanque de almacenamiento de 200 m3, y la construcción de la primera vialidad pavimentada San Juan Tilapa-Tlacotepec-Capultitlán.
Profesor Anastasio Alcántara Jiménez
Nació el 15 de junio de 1930. Inició sus estudios primarios en la escuela del pueblo, los que concluyó en la ciudad de Toluca, posteriormente ingresó a la Normal del Estado de la ciudad de Toluca. Se ha desempeñado como profesor y director en diversas escuelas rurales en la entidad. Fue delegado municipal durante el periodo 1973-1975. Las obras relevantes durante su gestión fueron la construcción del auditorio municipal del Jardín de niños Profra. Evangelina Osuna Pérez, y de la Plaza cívica Miguel Hidalgo, así como la introducción del servicio de teléfono por larga distancia.
Elías Ríos Jiménez
Nació el 18 de septiembre de 1932. Estudió en la escuela primaria de la comunidad. Fue presidente de la Asociación de padres de familia de la escuela Primaria Cinco de Mayo; presidente de la Junta de mejoramiento; segundo fiscal eclesiástico del templo de San Juan Bautista y primer delegado municipal en el periodo 1976-1978. Las obras relevantes realizadas durante su gestión fueron la remodelación del altar mayor del templo de San Juan Bautista, la construcción de las redes de agua potable, alcantarillado, drenaje y la primera ampliación de la red de electrificación.
Rufino Espinosa Noyola
Nació el 26 de febrero de 1940. Estudió en la escuela primaria de la comunidad. Fue presidente de la Asociación de padres de familia de la Escuela primaria Cinco de Mayo, por dos ocasiones; fiscal eclesiástico de la capilla de Guadalupe y primer delegado municipal durante el periodo 1979-1981. Las obras relevantes durante su gestión fueron la compra del terreno para la ampliación del Jardín de niños Profra. Evangelina Osuna Pérez; la compra y colocación del lienzo del altar mayor de la capilla de Guadalupe; el alineamiento y ampliación de las calles principales del centro histórico del pueblo; la construcción de las vialidades San Juan Tilapa-Capultitlán, San Juan Tilapa-San Felipe Tlalmimilolpan, San Juan Tilapa-Santa María Nativitas-San Bartolomé Tlaltelulco-Ocotitlán-Metepec; así como de los libramientos Boulevard-Zoológico de Zacango-San Marcos de la Cruz y Evaristo Jiménez Valdez.
Basilio Arnulfo Lara Alvirde
Nació el 25 de mayo de 1947. Inició sus estudios en la escuela de la comunidad, posteriormente estudió en la Secundaria Técnica Núm. 43 y en el Tecnológico Regional, ambos de la ciudad de Toluca. Se ha destacado como mecánico en diversas empresas de la iniciativa privada de la zona industrial de Toluca, como Chrysler de México y General Motors. Fue primer delegado municipal durante el periodo 1982-1984. Las obras relevantes realizadas durante su gestión fueron la ampliación del Jardín de niños Profra. Evangelina Osuna Pérez; la captación de agua potable del manantial El Acuxtitla; la construcción del tanque de almacenamiento de La Alcantarilla; la construcción de la línea de conducción de bombeo de agua potable de éste, al tanque general de distribución; y el suministro y colocación de 350 m de entubamiento de las aguas negras del paraje El Salto.
Rafael Martínez Castillo
Ingeniero civil. Nació el 8 de septiembre de 1947. Sus estudios primarios, secundarios y de preparatoria los realizó en la ciudad de México. Cursó la carrera de ingeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de México. Durante el periodo 1975-1982 prestó sus servicios profesionales en diversas compañías constructoras de la iniciativa privada. En 1983 ingresó a la Dirección General de Obras Públicas del Estado de México, donde ocupó diversos cargos, entre otros el de residente de obra durante la construcción de la autopista Toluca- lxtapan de la Sal. Fue primer delegado municipal durante el periodo 1985-1988. Las obras más relevantes durante su gestión fueron la pavimentación de las calles 16 de Septiembre y Venustiano Carranza; el suministro del equipo de bombeo; acondicionamiento de la caseta y tanque de almacenamiento del agua potable de La Alcantarilla y la colocación de 12 lámparas de alumbrado público.
Rutilo Brito González
Nació el 1 de junio de 1933. Inició sus estudios primarios en la escuela del pueblo. Fue tesorero ejidal en el periodo 1976-1978; segundo fiscal eclesiástico del templo San Juan Bautista, en 1981, y primer delegado municipal durante el periodo 1988-1990. Las obras más relevantes de su periodo fueron la decoración interior del templo mayor del pueblo; la remodelación, pavimentación y el alumbrado público de las calles y callejones del centro histórico de la comunidad; la construcción de los puentes denominados Agua bendita y las Chichipicas; y la remodelación del auditorio municipal.
Luis Peralta Corona
Nació el 26 de agosto de 1949. Inició sus estudios en la escuela primaria del pueblo y sus estudios de comercio los realizó en la ciudad de Toluca. Ha desempeñado diversos cargos dentro del grupo de Acción Católica de la comunidad; fue primer mayordomo de la obra de la Semana Santa, en 1979. Desde 1984, ha ocupado la dirección general de la obra de Semana Santa; fue presidente de Acción Católica (1989-1991) y primer delegado municipal entre 1991 y 1993. Las obras relevantes que realizó fueron la construcción del palacio de Poncio Pilatos, la dirección de la obra de Semana Santa que por ocho años consecutivos se lleva a cabo en vivo en la comunidad y una excelente coodinación en los diversos actos tradicionales religiosos, así como la ampliación del panteón del pueblo.
Rosalío Hernández Brito
Nació el 11 de enero de 1957. Hijo de Raúl Hernández Martínez y de Rufina Brito Maruri. Sus estudios primarios los realizó en la escuela de la comunidad, sus estudios secundarios en la Escuela José María Morelos y Pavón Núm. 22 del pueblo de Capultitlán. Fue primer delegado municipal suplente en el trienio 1985-1987; en dos ocasiones ocupó la presidencia del Comité Municipal de Deportes (1986-1989 y 1991-1993); fue primer delegado municipal en el periodo 1994-1996. Las obras relevantes realizadas durante su gestión fueron: la construcción total de la nueva línea de conducción de agua potable traída del Nevado de Toluca por terrenos propios del pueblo; la construcción de la segunda ampliación de la red de distribución de energía eléctrica; la construcción de la red telefónica para los domicilios; la construcción de la subestación Tilapa y la remodelación de la plaza cívica.
Tirso González Peralta
Nació el 28 de enero de 1961. Hijo de Pedro González Carrasco y de Celia Peralta Espinoza. Sus estudios primarios los realizó en la escuela Lázaro Cárdenas y Tierra y Libertad, ambas de la ciudad de Toluca. Por vocación propia es campesino y primer delegado municipal en el periodo 1997-2000. Las obras relevantes realizadas durante su gestión son las siguientes: Introducción de la línea de conducción de alta tensión de energía eléctrica de 23,000 voltios, por el Camino Real a Toluca; la construcción de dos aulas y una cocina en el jardín de niños y otra cocina en la escuela primaria; la regularización de 200 predios, así como el apoyo a la vivienda rural de 200 vecinos del pueblo, y la construcción de la biblioteca comunitaria.
Eladio Jiménez Rodríguez
Nació el 18 de febrero de 1950. Sus padres fueron Juan Jiménez Maruri y Delfina Rodríguez Lazcano. Estudió la primaria en la escuela de la comunidad. Fue presidente del Comité Seccional del PRI, presidente del Comité de Agua Potable, (1991-1993); tesorero y secretario de la Adoración Nocturna, (1995-1997); primer delegado municipal del periodo 2000-2003 (1997-1999). Las obras relevantes durante su gestión fueron: 775 ml de pavimentación en varias calles; 2,150 ml. de drenaje sanitario; Un tanque de almacenamiento para agua potable y la construcción del salón de cabildos.
Roberto Jiménez Martínez
Nació el 13 de mayo de 1958. Hijo de Erasmo Martínez Jiménez y Petra Jiménez Serrano. Sus estudios primarios los realizó en el Centro Escolar Lázaro Cárdenas. Su educación secundaria fue en la No. 1 Ignacio Ramírez. Su instrucción media superior en la Preparatoria No. 1 Adolfo López Mateos. Estudió la licenciatura en la Facultad de Contaduría y Administración de la UAEM. Los cargos que ha desempeñado son: presidente de la Comisión, inspección y vigilancia, (2001-2003); primer delegado municipal propietario, (2003-2006); primer mayordomo de la festividad en la Virgen de la Asunción, Manzana 19, (2010). Las obras relevantes durante su gestión son: El centro de Desarrollo Comunitario de San Juan Tilapa y la pavimentación de 1475 ml de varias calles.
Raúl Berra Corona
Nació el 9 de octubre de 1975. Hijo de Froylan Berra Corona y de Lourdes Corona Castillo. Realizó su educación media superior en la Preparatoria No. 1 Lic. Adolfo López Mateos, y la licenciatura en médico veterinario zootecnista, en la UAEM. En el periodo 2000-2002, ocupó el cargo de secretario del Comité de Agua Potable. En 2005 fue presidente de la mayordomía de Semana Santa. En el trienio 2006-2009, ocupó el cargo de primer delegado municipal. Las obras relevantes durante su gestión fueron la terminación de la descarga del drenaje sobre la barranca del Cruzado y la adquisición de un terreno para beneficio de la comunidad, así como el alineamiento a 12 metros de paramento a paramento, de la Avenida Toluca (frente al panteón) y del camino a San Felipe Tlalmimilolpan; tramo entre Blvd. Evaristo Jiménez y el Crucero (Blvd. Zoológico Zacango).
María Guadalupe Cantillo Martínez
Nació el 28 de noviembre de 1980. Hija del C. Cirilo A. Cantillo Camacho y Juana Martínez Camacho. Cursó la licenciatura en Derecho en la UAEM. Ha participado en la representación en vivo de la pasión de Jesús con el papel estelar de Herodías. En el periodo municipal 2009-2012, desempeñó el cargo de primera delegada municipal propietaria. Las obras relevantes durante su gestión fueron: la casa de día para el adulto mayor y los talleres comunitarios. El evento del festival bicentenario de la Independencia Nacional y centenario de la revolución mexicana. Los tianguis de servicios municipales, la colocación de 300 luminarias de vapor de sodio de 150 watts, la rehabilitación de la plaza cívica y del edificio Delegacional, así como la pavimentación de las calles: Capulín (100 ml), Reforma (100ml) Niños Héroes (100 ml) y privada Ciruelo (100 ml).
DELEGADOS MUNICIPALES 1950-2009 |
PERIODO |
N O M B R E S |
1950 |
Salvador Martínez Alarcón, Lino Hernández Hernández y Rosendo Lara Gutiérrez |
1951-1952 |
Isauro Olín Albarrán, Alejandro Martínez González y Alberto Lara |
1953-1955 |
Agustín Lazcano Rueda, Guadalupe Serrano Mata y Miguel Espinoza Jiménez |
1955-1957 |
Basilio Lara de la Rosa, Hilarión Lara Albarrán y Eladio García Velasco |
1958-1960 |
José Brito Palomino, Lázaro Martínez González y Basilio Cárdenas Ramírez |
1961 |
Serapio Hernández Hernández, Francisco Pereyra Martínez y Rosalío Martínez Garduño |
1962 |
Delfino Martínez Serrano, Bernardino García Corona y Francisco Jiménez Alcántara |
1963 |
Margarito Martínez Peña, José Serrano Nova y Felipe García Rojas |
1964-1966 |
Isidro Martínez Serrano, Manuel Brito González y Bonifacio Martínez Alarcón |
1967-1969 |
Jacinto Espinoza Loyola, Aquilino Martínez Garduño y Juan Maruri Peralta |
1970-1972 |
Leobardo Corona Vargas, Rodolfo Martínez Corona y Eulogio Albarrán Cervantes |
1973-1975 |
Anastasio Alcántara Jiménez , Francisco Olín Gutiérrez y Armando Hernández Albarrán* |
1976-1978 |
Elías Ríos Jiménez, Everardo Martínez Corona y Francisco Albarrán Gómez |
1979-1981 |
Rufino Espinoza Loyola, Juan Hernández Cuevas y José Gutiérrez Flores |
1982-1984 |
Basilio Arnulfo Lara Alvirde, Santos González Rojas y Benjamín Campos Hernández |
1985-1987 |
Rafael Martínez Castillo, José Guadalupe Ríos Jiménez y Alfonso Corona Carrasco |
1988-1990 |
Rutilo Brito González, Pedro Albarrán García y Pedro Guillermo Albarrán Landeros |
1991-1993 |
Luis R. Peralta Corona, Teodoro Ricardo Hernández Martínez y Jorge R. Díaz Martínez |
1994-1996 |
Resalió Hernández Brito, Juan Carlos Maruri Corona* y Francisco Brito Rueda* (Gregorio Pontón Estrada suplente) |
1997-2000 |
Tirso González Peralta, Octaviano Jiménez Castillo* y Nicolás Maruri Corona* |
2000-2003 |
Eladio Jiménez Rodríguez, Rómulo Lazcano Velásquez y Genovevo Lara Corona |
(interinos) |
(27/07/03 al 30/11/03) Margarito Serrano Martínez, Margarito Martínez Bernal y Edgar M. Campos Domínguez |
2004 - 2006 |
Roberto Eliseo Martínez Jiménez, Ramón Francisco Javier Pereyra Campos y David Víctor Corona Olin. |
2006 - 2009 |
Raúl Berra Corona, Abel Garduño Corona, Carlos Romero Tarango* y Yocundo Hernández Alanis (suplente) |
2009-2012 |
María Guadalupe Cantillo Martínez, *Javier Garduño González y Servando Jiménez Corona |
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*renunció o abandonó el cargo. |
B). ARQUITECTURA
La construcción del templo de San Juan Tilapa se remonta al 26 de octubre del año de 1719, por acuerdo del virrey don Baltasar de Zúñiga, marqués de Valero y duque de Arión y del papa Clemente XII. Para su edificación, los frailes franciscanos requerían de una elevada suma de dinero que la comunidad no estaba en condiciones de aportar, por lo que los miembros del patronato realizaron una colecta de limosna por todo el estado. En los muros exteriores del templo, se colocaron, en memoria de esa labor, piedras labradas con el rostro de Jesús. La obra rústica del templo, el decorado interior y la barda perimetral se concluyó en 1808, siendo rey de España Fernando VII y virrey don Pedro de Garibay, así como del papa Pió VII, según se lee en la fachada. Fue la obra más importante llevada a cabo y que sirvió como requisito indispensable para la separación de la doctrina de la república de Tlacotepec, ya que a partir del 30 de junio de 1819, San Juan Bautista Tilapa pasó a ser pueblo independiente, por decreto virreinal.
El año de 1840, por bula del Papa Gregorio XVI, fue declarado Año Mariano, y como testimonio se construyeron cinco ermitas en lo que eran los límites del pueblo: de Santa Cecilia, de la Virgen de los Dolores, de San José, la de San Juan Degollado y San Isidro Labrador, con estas obras quedaron representados los cinco misterios del Santo Rosario. Cada una de ellas fue construida por familias con recursos humanos y económicos. Con el paso del tiempo, la responsabilidad se fue delegando de generación en generación. Recordemos que en la época de los cristeros, los templos, capillas y ermitas, fueron cerrados, motivo por lo que algunas personas llegaron a ocuparlas como habitaciones o cocina de humo.
Por fortuna el gobierno por medio de la Ley federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, en su Artículo 36 decreto como monumentos históricos, los inmuebles, muebles y todo lo existente en ellos, en particular los construidos en los siglos XVI al XIX. Por tal motivo, el patronato pro-reconstrucción de la torre del templo de San Juan Tilapa (por el accidente ocurrido el 17 de agosto de 1971), incluyo el rescate y la remodelación de las cinco ermitas, asignándoles a su vez los colores oficiales de blanco y azul rey.
Los datos iniciales de los responsables de cada ermita, son imposibles de explicar por la falta de registro, sin embargo al 2009 los responsables actuales son: Anita González Alcántara, de la Virgen de los Dolores; Hilario Cruz Campos Cárdenas, de San José; Maura Maruri, de San Juan Degollado; Paulino Jiménez Martínez, de San Isidro Labrador, y la Orquesta Mazatlán de Juan Maruri Peralta, de Santa Cecilia.
Por su parte el papa Agapito II, proclamo el año de 1954 como “Año Mariano” y en esta ocasión el pueblo edifico sobre todos los camino que conducen a la comunidad (para que no entrara el mal) capillitas con su cruz, así como la de la “orilla del monte”, la del paraje de “los temascales” y la del cráter del Xinantecatl o “Nevado de Toluca” e inclusive la del camino a San Bartolomé Tlaltelulco esquina con camino a San Felipe Tlalmimilolpan.
El 30 y 31 de mayo y 1° de junio de 2008, se conmemoró el bicentenario de la creación del templo de San Juan Bautista. Evento que organizaron los fiscales Víctor Lazcano Marín y Fernando Martínez Camacho, en coordinación con la comunidad, y gracias al apoyo de diferentes grupos (Carrasco, Amigos, Morelos y Zacango); asociaciones (frontonistas y Base de Taxis); a uniones (tianguistas, panaderos y tortilleros), autoridades locales (Delegación Municipal, Comisariado Ejidal y Comité de Agua Potable), así como la participación de personas que con sus donativos hicieron que este evento saliera a relucir.
El primer día se dio inició con una velada musical. La inauguración estuvo a cargo de las orquestas Mazatlán, Dulce Melodía, Leobardo Jiménez Martínez y los grupos Atakke Musical y Musical Hiedra.
En el segundo día los ciudadanos estaban muy emocionados, pues las danzas del pueblo tuvieron gran participación desde la mañana hasta la tarde, como los Panaderos, Las Piscadoras, La Cuadrilla el Durazno, Los Cañeros y Los Arrieros. La alegría e invasión del misticismo no se hizo esperar, pues entre repiques, cohetones y música de banda, los invitados fueron llegando de las diferentes comunidades por los cuatro puntos cardinales de la comunidad. Uno a uno fueron arribando por las principales calles San Felipe Tlalmimilolpan, San Bartolomé Tlaltelulco, Santa María Nativitas Tarimoro, San Lorenzo Cuautenco y San Marcos de la Cruz, con sus respectivas imágenes de su santo patrón. Por la tarde amenizaron la fiesta las bandas de música Río Negro, La Grande y La Asunción.
El tercer día fue muy emotivo, lleno de color por las diversas danzas que aún seguían participando. La danza de la Asunción de María y los feligreses del pueblo recibieron al obispo de la Diócesis de Toluca, para oficiar la solemne misa de tres ministros, monseñor Francisco Javier Chavolla Ramos, el párroco Daniel Rodríguez Macedo y el padre presbítero Laurencio Vázquez Martínez, oriundo del pueblo. La celebración la amenizó la rondalla Luna de Saha. Al terminar la misa, el obispo develó la placa conmemorativa y cortó el listón en la entrada del templo; después bendijo el interior del edificio, incluyendo todas las imágenes. También partió el pastel de aniversario.
Posteriormente se inauguró la exposición fotográfica que representa la historia del pueblo —la cual se encuentra plasmada en esta monografía delegacional—, fue inaugurada por el sacerdote Laurencio Vázquez Martínez y el párroco Daniel Rodríguez Macedo. Amenizaron este evento las danzas: Nueva Generación de Caporales 2000, Los Arrieros y la del Señor de la Exaltación, del pueblo de Metepec. Finalmente, como símbolo de despedida se realizó una procesión solemne encabezada por las imágenes invitadas por las calles del pueblo. Fueron tres las bandas de música que acompañaron la procesión, Ahile de la Sierra, Lobos de la Sierra y Río Negro, además las danzas de Los Pulqueros y la comparsa de Los Chinelos.
El público en general y los integrantes de las danzas fueron agasajados con deliciosos platillos preparados por las mujeres.
Monseñor Francisco Javier Chavolla Ramos,
Simbólicamente cortó el listón con motivo de Del Bicentenario del Templo
Don Marino Iturbe Albarrán atestiguo la firma del padre Daniel Rodríguez Macedo
Del testimonio de la muestra fotográfrica de la
Historia del pueblo, con motivo del Bicentenario
C). PATRIMONIO CULTURAL
1.-Arte y decoración
La riqueza cultural y artística de San Juan Tilapa, está presente en el diseño de su templo religioso de tipo barroco, que le ha dado identidad a sus habitantes por muchas generaciones, así mismo, por más de doscientos años lo han resguardando como su único patrimonio heredado. “La Iglesia” merece ser admirada, su interior esta dotado de una gran hermosura, resaltando el brillo de sus lienzos incrustados; en la bóveda del altar mayor a Dios Padre y en sus dos cúpulas bellamente decoradas; en la principal, los cuatro evangelizadores con los doce apóstoles y en la secundaria, la degollación de Juan el Bautista, subrayando el trabajo de las manos indígenas que lo hicieron.
Con relación a las esculturas colocadas: en el altar mayor; al patrón “San Juan Bautista”, así como la pintura de la época novohispana del Siglo XVII; de la “Virgen de La Luz”. En el crucero; las figuras de la “Virgen de la Asunción”, “San Tolentino”, “San Pascual Bailón”, “San Isidro Labrador” y el “Niño Díos”, así como los óleos de la “Virgen del Rayo” (de Guadalupe), y “El Espíritu Santo Pintando a la Virgen de Guadalupe”, de autores desconocidos. En el pasillo del lado norte; resguarda la puerta el apóstol San Pedro, del lado sur; se ubican Santa Teresita de Jesús y la Flagelación de Jesucristo, rematando en ambos lados con las pilas de piedra con agua bendita.
Las pinturas antiguas para la iglesia católica representan la literatura Mariana, en el museo de la sacristía existen varias pinturas del siglo XVII, de las cuales describiré en especifico al cuadro de “La Santísima Trinidad” (El Espíritu Santo Pintando a la Virgen de Guadalupe), aparece envuelto en un brocado con su paleta de pintor; del lado el rostro de la virgen María con la inscripción escrita que sale de sus labios “he aquí la esclava del Señor……… junto a ella, esta Dios hijo y Dios Padre sosteniendo el ayate de Juan Diego, uno bendiciéndolo y el segundo complacido de sus acometidos, y vigilante del mundo ante sus planes. En ambos lados están los arcángeles heraldos; “San Gabriel” (la anunciación), y “San Miguel” (el final de los tiempos); el alfa y omega en los misterios Marianos, reverenciando a la Virgen de Guadalupe; sobre nubes están los angelitos, unos sostienen los pinceles, mientras que los otros el papel dorado con su respectiva arcilla de bol.
Sin embargo, la Arquitecta Elda Patricia Figueroa Mancilla, (folleto Tesoros Novohispanos del Estado de México 2011), señaló que este tipo de obras se le atribuyen al primer pintor mexicano Juan Sánchez Salmerón, por haberla materializado, es por eso que es inédita, por la razón de que la obra nació en colaboración con los tres misterios de Dios Padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo, de manera triangular como un eco simbólico de los mismos elementos participativos.
La realidad del cuadro es que en su momento fue propiedad de la familia Camacho, tal vez lo adquirieron sus antepasados para ganar cofradías, sin embargo, en el Siglo XIX finalmente fue donado a la iglesia titular de la comunidad.
La información de las obras relevantes que me permito relacionar, dan testimonio del cuidado y amor que el pueblo le tiene a la casa de Dios. En 1930, por conducto de los fiscales de ese año, el señor Porfirio Hernández Bernal Y Felipe Pontón, en su calidad de Comisarios Municipales, renovaron las campanas; aún en el 2011, se conserva solo una de ellas la de “Nuestra Señora de Guadalupe”, con las iniciales P.H. y F.P., ubicada al lado sur de la torre del campanario.
En 1969, debido al accidente ocurrido en el templo del pueblo de Capultitlán (se quemo el altar mayor), los fiscales de este año; Elías Ríos Jiménez y Juan González Carrasco, con la ayuda del pueblo, suplieron el altar mayor de madera, por uno de mármol.
En 1970, los fiscales Jesús Hernández Garduño y Wenceslao Vázquez Martínez, repusieron la esquila doble del lado poniente “San Juan Bautista” T.E.M. de fecha 24 de junio, así como la campana grande de 2 toneladas la del centro “AFC Huamuxtitlán”, Gro. Diciembre de 1970.
En 1971, Con motivo del derrumbe de la torre del campanario, esta se logro reconstruir con el apoyo de la Secretaría de Patrimonio Nacional, gracias a las gestiones del Patronato Pro-Reconstrucción, representado por los señores Delfino Martínez Serrano, Felipe García Rojas y Agustín Brito Rodríguez. Por su parte, el Arq. Vicente Mendiola (director de la Obra), se encargo de dar la imagen original de la torre del campanario, con las fotografías de la fachada del templo que varios vecinos aportaron. Con el fin de embellecer la iglesia, el gobierno incluyo otras obras complementarias: como la colocación de la loseta de barro del piso del templo, la de los andadores de la explanada del atrio, la pintura exterior del color oficial (blanco y azul rey) del edificio y barda perimetral del atrio, así como la constitución del museo de pinturas antiguas de la época novohispana, en la sacristía anexa, donadas por los habitantes de la comunidad.
En 1981, los fiscales Leobardo Jiménez Martínez y Rutilo Brito González, con el apoyo económico del pueblo, decoraron el interior del templo, respetando su originalidad.
En 1993, los fiscales Abel Martínez Corona y Cruz Hernández Brito, con la cooperación de los feligreses, colocaron el guardapolvo de madera y el piso de mármol.
En 1997, los fiscales Noé Peralta Peralta y Javier García Hernández, restablecieron las esquilas; la del poniente y la del norte, la fecha que tienen inscrita ambas es 24 de junio.
En 1998, con el propósito de adornar la fachada del templo, los fiscales Jacinto Eduardo Zamora Jiménez y Lino Paulino Espinoza Serrano, con las limosna recaudada, colocaron 15 vitrales en las ventanas y cúpulas del templo con imágenes representativas, por su parte los mayordomos del quince de agosto aportaron 3 y el señor Antonio Espinoza Martínez, 1, haciendo un total de 19.
Para celebrar el bicentenario del templo religioso del pueblo 1808-2008, los fiscales del 2003; Antonio Próspero Maruri y Antonio Espinoza Martínez, así como los del 2004; Apolinar Hernández Palacios y Jacinto Brito Martínez y los del 2005; Luis R. Peralta Corona y Pedro Campos Gutiérrez, realizaron la obra del decorado del interior del templo.
En el 2008, los fiscales Víctor Lazcano Marín y Fernando Martínez Camacho, remodelaron la sacristía (museo de pinturas antiguas y artículos religiosos), así mismo, colocaron el piso de loseta y acondicionaron la instalación eléctrica.
2.-Música
La música ha sido una de las bellas artes que ha echado sus raíces en este lugar, a finales de los años veinte. En aquel entonces, los hermanos Porfirio, Florentino y Juan, Hernández Bernal, con los señores Anselmo Peralta, Feliciano Jiménez, Cruz Hernández Hernández, Basilio Estrada Hernández, Narciso e Ignacio Lara, formaron la primera banda de música de San Juan –Tilapa, con el apoyo del maestro Porfirio Hernández Bernal.
Banda de música de 1920
Posteriormente (1928) don Basilio Estrada Hernández, con el apoyo de sus hijos; Bonifacio, Hermenegildo, Ambrosio y Amado, todos de apellido Estrada, constituyeron su propia banda de música, la que denominaron.
Gracias al esfuerzo e iniciativa incansable del señor Francisco Castillo Lazcano, cantor de oficio en las celebraciones de las misas eclesiásticas, formó una banda de música de 21 elementos, a quienes les dio clases de solfeo para poder leer las partituras. La música que interpretaban eran arreglos del maestro Marcial Prado, del poblado de Santiago Miltepec. El 24 de junio de 1930, en la fiesta titular de la comunidad, por fue su primera presentación. Los elementos fundadores fueron:
Banda de música “San Juan”. De izquierda a derecha; de pie: Maestro Marcial Prado, Arnulfo González,
Agustín Brito Albarrán, Antonio Gutiérrez Maruri, Benjamín Iturbe Martínez, Gregorio Brito Aguirre,
Gregorio Brito Lara, José Hernández, Catarino Maruri Garduño,
Benjamín Campos Miranda, y Evaristo Jiménez Valdés (sólo su trompeta salió), también no abarco la fotografía a Nicolás Maruri Jiménez.
Abajó: Pascual Martínez Albarrán, Ángel Ríos Carrasco,
León Martínez Peña, Miguel Díaz Chávez, Francisco Castillo Lazcano, Juan Rueda Díaz,
Bartolo Ramírez Rosas, Enrique Lara de la Rosa y Cornelio Maruri Hernández.
El señor que esta tocando al niño es Don Marcos Lazcano y su hijo Agustín Lazcano Rueda
(el retrato fue tomada en el atrio de la iglesia de San Juan Bautista, el 25 de junio de 1930).
Bajos: Arnulfo González y Angel Ríos Carrasco
Barítonos: Agustín Brito Albarrán y Antonio Gutiérrez Maruri.
Trombones: Benjamín lturbe Martínez, Gregorio Brito Aguirre y Gregorio Brito Lara
Trompetas: José Hernández, Benjamín Campos Miranda, Evaristo Jiménez Valdés y Cornelio Maruri Hernández
Armonías: Miguel Díaz Chávez, Pascual Martínez Albarrán y León Martínez Peña
Clarinetes: Francisco Castillo Lazcano, Juan Rueda Díaz y Enrique Lara de la Rosa
Tambora: Catarino Maruri Garduño
Tarolas: Nicolás Maruri Jiménez
Platillos: Bartolo Ramírez Rosas
El maestro Evaristo Jiménez Valdés se separó de la Banda de música de “San Juan”, en 1932, para formar su propia orquesta, la cual denominó “Dulce Melodía” de Evaristo Jiménez, que interpretó música de danzón y blues. Su fundador murió en 1980.
Don Evaristo Jiménez Valdez 1970
Orquesta “Dulce Melodía” de Evaristo Jiménez Valdez. 1970. De izquierda a derecha:
Joel Jiménez Corona, Modesto Ríos Jiménez, Edilberto Peralta Corona, Serapio Jiménez Martínez,
Leobardo Jiménez Martínez y Crispín Jiménez Rueda.
Al inicio de la década de los cincuenta, los hermanos Lino y Trinidad Peralta Hernández se separaron de la orquesta de Evaristo Jiménez para formar una nueva orquesta, denominada Orquesta Paralta de San Juan Tilapa. Tuvieron el apoyo de los maestros Bruno Jiménez, de la ciudad de Toluca y Noé Mar, de la ciudad de México.
“Orquesta Peralta” de San Juan Tilapa 1954. De pie: Camilo Rojas Jiménez, Camilo Serrano Jiménez,
Luis Barrera Bernal, Martín Próspero Martínez, (Director) Lino Peralta Hernández, Juan Romero Ávila,
Jorge Iturbe Varas, Hermelindo Ríos Jiménez y Primitivo Olin Díaz. Sentados: Santos Severo, Arcadio
Jiménez Maruri, (director) Trinidad Peralta Hernández, Tolentino Serrano Jiménez; Juan Campos Flores y
Reyes Serrano Jiménez.
Esta orquesta se estrenó el 24 de junio de 1954, en el baile de la feria titular del pueblo, tocando música de Glen Miller, Acerina y su Danzonera, Carlos Campos, Mariano Mercerón y Pérez Prado. Además de los hermanos Trinidad Peralta, otros músicos participantes fueron: Camilo, Tolentino y Reyes Serrano Jiménez, Jorge lturbe Varas, Arcadio Jiménez Maruri, Martín Próspero Martínez, Luis Barrera Bernal, Santos Severo, Juan Romero Ávila, Camilo Rojas, Juan Campos Flores, Hermelindo Ríos Jiménez y Primitivo Olín Díaz. El maestro Trinidad Peralta Hernández murió el 21 de febrero de 1964 y el maestro Lino Peralta Hernández murió el 24 de enero de 1998.
Orquesta Peralta, San Juan Tilapa. 1958. De izquierda a derecha, de Pie: Jorge Iturbe Varas,
Luis Barrera Bernal, Martín Próspero Martínez,
(Director) Lino Peralta Hernández, Jesús Hernández y Antonio Velázquez.
Sentados: Arcadio Jiménez Maruri, Pompeyo Velázquez Campos,
Trinidad Peralta Hernández, Sixto Corona Hernández, Primitivo Olín Díaz y Cupertino Serrano Romero
En 1958, el señor José Serrano Nova organizó su propio grupo, llamado “Orquesta Serrano” Gracias a los pioneros de bandas y orquesta de música, la música germinó en el pueblo, evolucionando de tal forma que hizo que otras personas, aprovechando la tecnología, hayan formado nuevos grupos musicales.
“Orquesta Serrano” de José Serrano Nova 1958. De pie: Daniel Hernández Martínez,
Otilio Serrano Martínez, (Director) José Serrano Nova, Camilo Serrano Jiménez,
Juan Romero Ávila, Lázaro Martínez (no es músico), Jesús Hernández Garduño, Antonio Velázquez, y Amado Estrada.
Sentados: Reyes Serrano Jiménez, Tolentino Serrano Jiménez, Pompeyo Velázquez Campos
y Abel Hernández Díaz.
La descendencia de la Orquesta Hermanos Peralta es la que más músicos ha preparado, Orquesta de Lino Peralta Hernández (1964); Orquesta Mazatlán, de Lino Maruri Peralta (1967); Sonora San Juan, de Lorenzo Campos Palma (1975); Orquesta Perla de Oro, de Lino Peralta Hernández (1976); Orquesta Veracruz, de Raúl Hernández Brito (1979); Brisa Musical, de Gabriel González Albarrán (1984); Grupo Halley, de Francisco Hernández Flores (1986); Grupo Romano, de Pascual Próspero Maruri (1986); Tropical Los Tiranos, de Noé Peralta Peralta (1989); Orquesta Los Campeones, de Lino Maruri Peralta (1990); Los Gatos de la Azotea, de Martín Morales Campos (1991); Banda La Grande, de Lorenzo Campos Palma (1993); Grupo Salamandra, de Judith Jiménez Peralta (1994); Banda La Texana, de Jerónimo Corona Martínez (1995) y Grupo Hiedra, de Antonio Brito Flores (1995).
“Orquesta Peralta” de Lino Peralta Hernández. 1964. Atrás: Luis Barrera Bernal,
Martín Próspero Martínez, Lino Maruri Peralta; Modesto Ríos Jiménez, Eladio Jiménez Rodríguez,
Juan Maruri Peralta y Agustín Olín. Al frente: Primitivo Olín Díaz, Delfino Serrano Albarrán,
(Director) Lino Peralta Hernández, Pompeyo Velázquez Campos, Arcadio Jiménez Maruri,
Francisco Olín Gutiérrez, Cupertino Corona Romero y Antonio Velázquez.
“Orquesta Mazatlán” de Lino Maruri 1967. Atrás: (Director) Lino Maruri Peralta, Delfino Serrano Albarrán,
Martín Próspero Martínez, Pascual Próspero Maruri, Francisco Olín Gutiérrez, Francisco Ríos Jiménez,
Juan Peralta Maruri, Pompeyo Velázquez Campos, Arcadio Jiménez Maruri y
Ruperto Corona Romero. Sentados: Nicolás Maruri Corona, Luis Barrera Bernal,
(baterista) Eladio Jiménez Rodríguez y Modesto Ríos Jiménez.
Grupo “Brisa Musical” de Gabriel Albarrán. 1984
En otra línea, la descendencia de la orquesta de los hermanos Peralta sigue echando raíces, así, se han creado los siguientes grupos musicales: Orquesta Serrano (1958), de José Serrano Nova; Sonora Ceilán (1959), de José Serrano Nova; Orquesta Hermanos Serrano (1959), de Camilo Serrano Jiménez; Banda de Camilo Serrano (1960), de Camilo Serrano Jiménez; Orquesta Hermanos Serrano (1963); Orquesta Hermanos Serrano (1972); Grupo Júnior 2000 (1981), de José Luis Serrano Salas; Banda Tilapense (1981), de Tolentino Serrano Jiménez; Grupo La Herencia (1990), de Guadalupe Serrano Campos; Grupo Célebre Musical (1992), de Benigno Serrano Martínez; Grupo La Unión (1992), de Tolentino Serrano Salas; Banda El Gallito (1993), de Marco Antonio Serrano Lara; Lobos de la Sierra (2006), de Oger Jiménez Peralta; Río Negro (2006), de los Hermanos Víctor y Roldan Jiménez Peralta; Banda de música Estrella de Oro (2007), de Tolentino Serrano Salas, y Banda Ahile (2007), de Teodoro Serrano Salas.
Orquesta Hermanos Serrano 1963 Orquesta Hermanos Serrano 1972
Banda “Lobos de la Sierra”, de Oguer Jiménez Peralta. 2006
Banda “Río Negro” de Víctor y Roldán Jiménez Peralta. 2006
Banda “El Gallito” de Marco Antonio Serrano Lara. 1995
Banda “Ahiles de la Sierra” de Teodoro Serrano Salas. 2007
Por lo que se refiere a la descendencia de la orquesta Dulce Melodía de Evaristo Jiménez Valdez, ha sido menos fructífera, ya que se ha reducido sólo a la familia, así que sólo se han formado la Orquesta Evaristo Jiménez (1980), de Leobardo Jiménez Martínez; Dulce Melodía (1991), de Evaristo Jiménez Martínez; y Leobardo y su Orquesta Evaristo Jiménez (1991), de Leobardo Jiménez Martínez.
Orquesta “Dulce Melodía” de Evaristo Jiménez Martínez. 1991
Por su parte, la orquesta Dulce Melodía produjo los grupos Cuatro Almas (1952), de Andrés lturbe Varas; Grupo Blackstone (1972), de Antonio lturbe Albarrán y el grupo de rock La Cruda (1995), de Héctor Iturbe Martínez.
“Las 4 Almas” de Andrés Iturbe Varas. 1975:
Hermenegildo Estrada, Andrés Irturbe, Vicente Alvirde y Olivo Martínez
A pesar de que los músicos son muy celosos, el 13 de diciembre de 1998, los integrantes de la orquesta Dulce Melodía organizaron un reconocimiento a su maestro y director. En ceremonia solemne, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Música de la República Mexicana y el Instituto Mexiquense de Cultura, a través del Sindicato de Trabajadores de la Música del Estado de México, reconocieron públicamente al maestro Evaristo Jiménez Valdez, por sus 50 años ininterrumpidos como filarmónico de San Juan Tilapa.
Por causas ajenas a su voluntad, algunos músicos tuvieron que emigrar, como el caso del maestro Rubén Hernández Sánchez, quien fundó en Toluca tres grupos: Los Traumas, Santo Domingo y Raúl Randall. En la ciudad de México, el maestro Margarito Juárez Martínez fundó el Tropical Kalúa y el maestro Venancio lturbe Varas, Cantares de México.
Cantares de México, de Venancio Iturbe Varas
También existen en el pueblo algunos intérpretes de la canción ranchera, como el señor Pablo Corona García (imitador de Pedro lnfante), Francisco Olín Gutiérrez (imitador del Charro Avitia y Jorge Negrete), Camerino Romero y su trío Hermanos Romero, así como la Rondalla Luna de Shaja de Ignacio Espinosa Gameros.
Dentro de la extensa historia de la música de San Juan Tilapa, en el año de 1990, el joven Miguel Ángel Campos Romero creó un grupo de música moderna llamado Everest, que ya logró grabar un disco compacto patrocinado por la Corporación Toluca de Radiodifusión. En muy poco tiempo alcanzó el éxito, tanto por su calidad como por su gran equipo de sonido
El 15 de septiembre de 1995, el maestro Juan Alberto Brito Flores, con el apoyo de Mario Alberto Brito Flores, Jorge Adán Brito Flores, José Vargas, Ángel Villa, Teodulfo Hernández e Ismael Estrada, fundaron el grupo Hiedra, música 100% versátil.
El 8 de abril de 2005, nace el grupo del maestro Bonfilio Serrano Maruri, denominado Latín Sax, sus integrantes son gente muy talentosa y experimentada, interpretan solo música latina. Su primera presentación fue en la cabecera municipal de Ocuilan, Estado de México.
3.- Danzas
El indigenismo ha sido el soporte de nuestra gesta histórica y de nuestra identidad. Las danzas, cantos y bailes populares son la esencia más entrañable de la mexicanidad, esa que nos diferencia y da prestancia ante el mundo entero. La naturaleza del hombre, sus pasiones y angustias son un producto cultural. El hombre es la creación más importante de este incesante esfuerzo humano, cuyo registro llamamos historia, pero a su vez la historia, es producto de él. Las manifestaciones culturales constituyen una muestra de la conciencia social, en la que se producen la libre expresión que engendra sus cualidades y contradicciones. Las danzas de un pueblo, conllevan intrínsecamente a la evolución de su pensamiento y sentir, son un impulso anímico que nos deja mirar la realidad de una manera menos lacerante. Los floreos han resaltado en los paseos tradicionales con vísperas a las festividades del pueblo.
Danza azteca
De 1920 a 1995, representada por Félix Estrada Díaz y Arcadio Escamilla Estrada. De 1996 a la fecha fue retomada por Juan Berra Corona, con el apoyo de Rutilo Salas Estrada.
Esta danza se le conoce por varios nombres a saber: danza azteca o chichimeca —pues pretende revivir, sobre todo el vestuario, a los indígenas que convertidos al catolicismo y aliados a los españoles participaron en la conquista, del centro de la República mexicana—, Danza de la conquista —haciendo alusión otra vez al siglo XVI, pero procurando al mismo tiempo ganar seguidores para su propia organización—, y como Danza de los concheros —nombre que se deriva del instrumento musical característico de estos conjuntos: una guitarra de diez cuerdas que tiene un carapacho o concha de armadillo como caja de resonancia.
Es una danza que nuestros antepasados practicaban para hacer una petición o agradecimiento a los dioses creadores del universo (agua, sol, aire y tierra) y dadores de la vida. Hoy en día es una de las danzas más populares
Estos grupos forman una organización religiosa con sus propios objetivos, ritos y autoridades, formando una jerarquía con grados similares a los del ejército en la época de la Independencia.
El culto que los miembros de la organización practican en público es para rendir homenaje a los santos que veneran, en el caso de esta comunidad es la Cruz del perdón. Todos los actos que realizan tienen un profundo respeto.
Su vestuario fue diseñado en el siglo XX y con él este evoca la fastuosidad prehispánica. El acompañamiento musical es con tambores y también se agregan percusiones de origen prehispánico. La danza azteca es una de los pocos ejemplos que tenemos del surgimiento de una corriente autóctona en el ámbito popular.
Danza de los Caballitos
Danza de los Caballitos de Gregorio Brito Aguirre. 1975.
Entrevista con el Lic. Jacobo Zabludowsky, dentro del programa “24 Horas”
A cargo del señor Gregorio Brito Aguirre. Su baile es puramente coreográfico, en el que los danzantes simulan ser caballos. En cuanto a su origen se conocen dos posibilidades: una, pudo haber sido introducida a partir de los modelos de las danzas similares como las que se realizan en Cataluña, España; la otra, podría considerarse como una derivación de la Danza de los moros y cristianos, donde el caballo y su jinete se asemeja a la figura del señor Santiago. Es posible asociarla también con la de los vaqueros, donde se presenta al toro y a veces al caballo
Aparece distribuida por el norte del país; en el centro varios grupos la han adoptado, entre otros, el ballet Folklórico de México de Amalia Hernández. En lo particular, en San Juan Tilapa el propósito de esta danza es cien por ciento religioso, en homenaje a la imagen de San Juan Bautista. Sus integrantes argumentan que es inventada por ellos mismos en 1931. Inicialmente el acompañamiento musical fue con el cuarteto denominado Las Cuatro Almas, integrado por Hermenegildo Estrada Hernández (violín), Andrés Iturbe Vara, (Saxofón), Vicente Alvirde Alcántara (bajo sexto) y Olivo Martínez Campos (contrabajo). Sus melodías; “La marcha de Zacatecas”, “El guajito”, “La guacamaya” y “Juan colorado”. Cabe aclarar que este tipo de música fue adoptada por mucho tiempo como parte fundamental de la danza.
Con vísperas al paseo de la festividad de San Juan Bautista, su fundador la dio a conocer un 24 de junio de 1931, según refiere, eligió el caballo por ser un animal muy noble, que da todo lo mejor de sí mientras está vivo; transporta al hombre, tira de su carreta, pasea a sus hijos, jala el arado, hace mover la noria, compite en las ferias, y cuando muere hay que enterrarlo en santa paz. Su propósito era dejarla como una herencia a las futuras generaciones de su pueblo. Don Goyito, como lo llamaban de cariño, diseñó y decoró los caballitos, así como el vestuario de sus danzantes. La mujer con su atuendo mazahua; los hombres con camisa, calzón de manta, paliacate rojo, huaraches y sombrero tipo zahuayo; los caballos adornados con su mantillón; de color rosa mexicano y azul rey, todos con fleco de color blanco. Los danzantes están integrados por los caporales de una hacienda imaginaria; el esposo, la esposa y los hijos, quienes con un silbido indican que hay que seguir laborando la tierra y con la ayuda del patrón San Juan Bautista se tendrá una buena cosecha.
Después de 78 años de vida de la danza, ésta ha tenido varios arreglos; sin embargo, ha sobrevivido gracias a la participación en festividades religiosas. En 1958, don Rogelio Serrano Peralta, en compañía de Alfredo Martínez, Sabas Nájera y Guillermo Albarrán Campos, cumplió con la promesa de llevar la danza al santuario de la Virgen de Tonatico, en su fiesta patronal del 28 de enero.
De 1964 a 1970, la danza tuvo una gran variedad de representantes, sobresalen Galdino Palacios Jiménez, Rosendo Cabañas y Benjamín Romero Díaz. Las caporalas con sus trajes de china poblana y sombrero de charro fueron las señoritas Camerina Alvirde Peralta, Longina Corona Alvirde y Carmela Martínez Prospero. Los caporales fueron Guillermo Albarrán Campos, Moisés Jasso, Francisco Alvirde, Gregorio Corona Alanis, Claudio Palacios Jiménez y Heriberto y Felipe Alvirde Campos, quienes por cierto cantaban. Durante esta época la danza careció de autenticidad, ya que sólo la utilizaron para cumplir sus mandas religiosas.
De 1971 a 1984 se hizo cargo su fundador. El 21 de marzo de 1975, con el apoyo del Gobierno del Estado de México, a través de la Dirección de Turismo, la danza participó en el 1er. Festival de Música y Danzas Tradicionales del Estado de México, llevado a cabo en el estadio de fútbol de La Bombonera —ahora Nemesio Diez—, de la ciudad de Toluca, logrando figurar dentro de los primeros lugares. El premio consistió en una gira artística por varios estados de la República, incluyendo su difusión en los principales canales de televisión, por ejemplo, en el programa Siempre en Domingo, de Raúl Velasco; El noticiero 24 Horas, de Jacobo Zabludowsky, y La Hora de los Locutores, de Jorge Saldaña. En este periodo la danza adoptó su identidad propia, definió su coreografía, música y vestuario representativos de nuestro Estado.
De 1985 a 1999, la danza de caballitos volvió a quedar en el olvido, sólo unos cuantos tuvieron el interés de sacarla adelante, como doña María Lazcano Maruri, María La Chula, al igual que en un principio, solo como promesa religiosa.
El 15 de agosto de 2000, un grupo de mayordomos de la Santísima Virgen de la Asunción, encabezados por don Cupertino Serrano Martínez, retomaron la danza, incluyéndose en cada actuación una breve historia del floreo y la entrega del estandarte al anfitrión. Durante cinco años se presentaron como la danza original, presentándose en diferentes plazas del Estado de México; participaron en varios concursos como el que se llevó acabo en la Plaza González Arratia y en la Plaza Fray Andrés de Castro, ambas de la ciudad de Toluca, donde compartieron el escenario con danzantes de otros países como Suecia e Israel. También se presentaron en la primera muestra histórica, social y cultural del pueblo, celebrada en el patio central de palacio del H. Ayuntamiento de Toluca (2001) y en la elección de la señorita de las Fiestas Patrias del municipio de Toluca (2002).
Durante cinco años la danza sobrevivió gracias a las invitaciones religiosas de pueblos locales, regionales y estatales. Su actuación es 100% honorífica; lo único que piden en cada evento es el transporte, el pago de la banda de música, o en su caso del equipo de sonido, los dulces para repartir durante la actuación y algún refrigerio.
Con las costumbres y tradiciones de padres y abuelos se adoptaron las melodías, así como el vestuario; logrando en tan corto tiempo que se difundiera como un patrimonio cultural de la comunidad. El 1º de junio de 2008, la danza fue retomada por la señora Romualda Brito Muciño, con el mismo estilo y variada.
DANZA DE LOS TECUANES
De 1940 a 1972, estuvo representada por Ambrosio y Santos Blancas. La danza de los, tecuanes, de los tigres o del lobo, la encontramos en varios estados de la República, aunque se localiza principalmente en las comunidades de la Sierra Madre Occidental.
En el Estado de México, aparece en varios pueblos del sur. Sin embargo, la de San Juan Tilapa muestra mucha relación con las danzas que reproducen la actividad del campo, solo que en este caso, la acción ha sido perturbada por la presencia de una fiera que ataca al ganado de una hacienda. Su amo o propietario organiza la cacería que llevan a cabo los tiradores y lanceros, quienes son guiados por el rastrero y sus perros bailarines. El animal salvaje es localizado después de haber atrapado un venado colocado como carnada, tras diversos intentos de fuga, es finalmente alcanzado por los tiradores. La muerte de la fiera es certificada por un doctor y el cuerpo será comido por los zopilotes.
Los entremetidos se disfrazaban de acuerdo con los personajes humanos o animales y en su mímica procuraban producir sus movimientos característicos. En todo el chotis privaba un tono burlón y jocoso, mismo que se refleja en el vestuario y en las actitudes.
Se ridiculiza violentamente el afán de lucro de todos los personajes que quieren obtener honorarios excesivos por su participación. Una de las burlas preferidas es la que recae en el doctor y su ayudante. Así la danza es un vehículo de crítica social.
En algunas versiones de esta, se incluyen actos de acrobacia sobre una cuerda, mismos que representan las secuencias en que el chacal trata de huir de sus perseguidores.
El floreo se ofrece al patrón San Juan Bautista y su propósito es cien por ciento religioso. Es muy compleja y extensa, ya que su representación integra dura hasta seis horas.
Originalmente, el acompañamiento musical estuvo a cargo de don Camilo Rojas, quien tocaba al mismo tiempo la flauta y el tambor, interpretando los diversos sones de que consta la danza.
Este grupo sobrevivió gracias a las actuaciones de compromisos religiosos para ir a bailar. El grupo solventa los gastos de transporte y alimentación. El lugar preferido fue en la iglesia del Señor del Cerrito, del pueblo de Ixtlahuaca, Estado de México
Vale la pena recordar algunas personas que hicieron leyenda en la interpretación del personaje principal, el tigre, como Jesús Pontón Peralta, Abel Pontón Peralta, Maximino Martínez Gutiérrez, Luis Lazcano, Enrique Camacho y Resalió Camacho. Como tiradores Lucino Arellano Contreras y Encarnación Alvirde Garduño.
DANZA LOS DOCE PARES DE FRANCIA
Esta danza es una variante de los moros y cristianos, caracterizada por la presencia de Carlo Magno y sus legendarios doce pares, como héroes de la cristiandad, quienes se enfrentan a las huestes musulmanas. En esta versión hay un elemento romántico, el romance entre la hija del jefe moro y un paladín cristiano.
Esta danza comparte con la de los moros no sólo su origen histórico, sino su forma y estructura, en la que los diálogos se alternan entre la negociación y las batallas. En México se relaciona con la popularidad que las novelas de caballerías y los romances del ciclo caroligio —dinastía de los reyes de Francia— tuvieron en la época colonial. Los bandos se diferencian por los detalles del vestuario; los cristianos llevan cascos metálicos y los moros, máscaras, pero sobre todo por la mímica.
En el grupo participaban 28 danzantes, entre ellos tres mujeres que desempeñan los papeles de doncellas moras, vestidas de blanco. El acompañamiento musical consta de seis sones, está a cargo de una flauta trasversal y un tambor. Sus fundadores, Eliseo Gutiérrez, Margarito Serrano Espinoza, Andrés Serrano, Francisco Serrano y Juan Jiménez Alcántara, iniciaron en junio de 1940. Danzaban en las fiestas religiosas en los pueblos circunvecinos. Actuaron en los atrios de las iglesias por más de 25 años, Los integrantes participaban honoríficamente.
Por mucho tiempo dieron realce a la danza los personajes siguientes:
Emperador: Toribio Jiménez y Erculano Palacios
Oliveros: Margarito Serrano Espinoza y Camilo Rojas
Ricarte: Rogelio Serrano Peralta
Almirante Balán: Joaquín Martínez
Fierabras: Eliseo Gutiérrez, Juan Jiménez Alcántara, Silvestre Bernal Villegas y Antonino Próspero Camacho
Floripes: Rosa Villegas Gutiérrez, Juana Campos y Victoria Reyes
Doncellas moras: Lucia Campos, Celia Rojas Lara y Juanita Campos
Flauta: Juan García, el Chicarritas
Tambor: Martín Alanís
Maestro: Eulogio Díaz
A continuación reproduzco un párrafo que aún recuerdo en mi infancia:
—¡Es un infame villano! ¡Te diré para que adviertas!
—Soy Soctibran de Cohímbres, el que resguarda esta puerta.
—¡Ah del puente del mantible! ¡Y el moro que la aguarda!
—De entrada pide un cristiano, que viene con una embajada.
DANZA DE LAS PASTORAS
Danza de las pastoras de 1982
Interpretada por el grupo de la señora Guillermina Lara Hernández. La danza de las pastoras surgió de un género teatral popular, las llamadas pastorelas, que escenifican el nacimiento de Cristo. Estas representaciones fueron introducidas por los frailes en la época de la colonia, como una forma de contribuir a la evangelización.
Por lo general se conforma de niñas que van a rendir homenaje al recién nacido entonando alabanzas ante las imágenes veneradas, con acompañamiento musical y marcando el ritmo con sus cayados o bastones adornados con cascabeles y listones. Los cantos que el conjunto interpreta son de tipo tradicional y sus versos son entonados por solistas, mientras que el estribillo es repetido en conjunto. La mayoría de los grupos, como en este caso, se forman con niñas; sin embargo, un niño vestido de pastor porta la estrella que las guía —signo sujeto en la punta de una garrocha grande en la cual existe una base circular con orificios, de donde se colocan los listones de diversos colores que simulan su resplandor. Más que una danza, las pastoras son un conjunto de cantoras que ocasionalmente realizan figuras coreográficas; en algunos casos trenzan las cintas de listones de colores. Una parejita representa a la Virgen María y a San José.
El grupo fue fundado en 1972 por el señor Camilo Serrano Jiménez y su esposa, Guillermina Lara Hernández, para bailarles a San Juan Bautista y a la Virgen de la Asunción. El acompañamiento musical esta a cargo de un violín y una guitarra.
DANZA DE LOS CAÑEROS
Danza de los Cañeros de San Juan Tilapa. 1987
Representada por el grupo de Felipe Salazar Aguirre. La danza de los cañeros de San Juan Tilapa representa a los trabajadores de alguna hacienda del sur del Estado de México, en la cosecha de la caña de azúcar
Esta danza forma parte del grupo de danzas agrícolas, al parecer fueron introducidas por los españoles en las haciendas de la época de la colonia, traduciéndose la labor del corte que los hombres realizan bajo la supervisión del amo. La cuadrilla incluye al patrón, además las esposas de los trabajadores, quienes armados con sus machetes, al son de la música realizan el corte.
El vestuario del amo y el de su esposa es lujoso, parecido a los trajes que usaron los hacendados. Para los trabajadores la vestimenta es de tipo indígena; el de la mujer: blusa blanca bordada, falda negro rayada, ceñidor rojo, trenzas con un moño también rojo y huaraches; los hombres; camisa y calzón de manta, paliacate rojo, ceñidor rojo, sombrero de tipo zauayo, machete curvo y huaraches.
Es posible observar otras versiones de este baile en algún otro lugar del país, donde existen sembradíos azucareros. Sin embargo, sus fundadores, Martín González Próspero, Norberto González Rojas y José Olín Torres, refieren que fue inventada por ellos en 1987. El propósito de la danza es religioso, en honor a San Juan Bautista.
La danza está formada por dos patrones, siete caporales y 40 peones, hombres y mujeres. El acompañamiento musical de las partes coreográficas lo realiza una banda de seis músicos.
Este grupo también ha interpretado otras danzas como los Tlachiqueros (1986), Matilaneros (1989), Resembradotes (1990), Tarilleros (1990), danza Infantil de los Cañeros (1996) y Sobre carga de arrieros (2000); tres obras de teatro: Mercado sobre ruedas (1991) La escuelita del kinder (1995). Toreros (1994).
Obra de Teatro Los Toreros. 1994
Como parte de su organización, los representantes son electos democráticamente entre ellos mismos, con duración de tres años en sus cargos, pero con posibilidad de reelegirse. En 1996, el señor Martín González Peralta fundó otro grupo de danza con las mismas características, aunque integrada por niños de seis a 12 años.
DANZA DE CAPORALES
Danza de Caporales 2006
Interpretada por un grupo a cargo del señor Cupertino Serrano Martínez. Es de carácter coreográfico. Los danzantes representan a los caporales montados en su caballo. De sus orígenes hay dos posibilidades: la primera de ellas, es que es una copia de las danzas de Cataluña, España y la otra surge a raíz de la charrería practicada en nuestro país, en las grandes haciendas.
Esta danza aparece irregularmente por el norte del país, en el centro, varios grupos la han adoptado; sin embargo, sus versiones son muy distintas. En San Juan Tilapa su propósito es religioso, en honor a San Juan Bautista.
El vestuario está inspirado en el traje de los caporales. En esta danza sobresale el vestuario de la mujer mazahua, como un homenaje a ella, de gran colorido. Los caballitos están adornados con un mantillón de colores, rojo, amarillo y azul, con punta de color blanco; los silbidos de los capataces indican que hay que seguir labrando la tierra. Sus fundadores, Armando Morán Corona, Patricia Morán Campos, Marina Patricia Iturbe García, Bonifacio y Teófilo Torres Campos, Tirso González Próspero, Adolfo León Contreras, Ramiro Ángeles Toledo y Marino Iturbe Albarrán, adoptaron las melodías y la vestimenta.
La danza fue fundada en 2006 con 30 danzantes. Aunque esta danza representó por cinco años consecutivos (2000-2005) a la de los caballitos. El acompañamiento es con banda de música o bien con equipo de sonido.Su participación es honorífica, por lo que en cada actuación piden transporte, hospedaje, dulces un refrigerio para todos los integrantes.
Danza de Caballitos en la plaza González Arratía de Toluca, en el 2001
DANZA DE LOS PANADEROS
Danza de Panaderos. 2003
Sus creadores se basaron en el baile de salón europeo, introducido a México en el siglo xviii. Era un baile antiguo de tipo cuadrilla. Esta danza tiene un propósito únicamente religioso, en honor a San Isidro Labrador. Su identidad esta en cada pieza musical que ellos han adoptado para formar figuras coreográficas con suficiente libertad para la creación de sus pasos al estilo popular.
Un elemento característico de esta danza es el malabarismo con las canastas y canastones, así como la forma de amasar la harina. Sus integrantes, Marcelo y Alejandro Castillo Torres y Lázaro Rojas Martínez, la consideran inventada por ellos mismos el 15 de agosto de 2003. En conjunto participan 40 elementos, entre mujeres y hombres.
Su vestuario se compone por camisa, pantalón y tenis de color blanco, gorro y mandil de color rojo o amarillo. El espectáculo ofrece así un asombroso colorido, al que se agrega el vigor y alegría con la que realizan el baile. En el transcurso de su recorrido ofrecen al público una gran variedad de pan.
DANZA DE LOS CHINELOS
Comparsa Los Chinelos 2003
Interpretada por la comparsa a cargo de la señora Carmen Martínez Pérez. En las festividades de carnaval o paseos de los pueblos e inclusive en la ciudad, es frecuente la aparición de comparsas disfrazadas que son un rito prehispánico de viejos o huehues, por que se cree que cuando los aztecas iban en dirección a la tierra prometida, es decir a Tenochtitlán, ellos cargaban semillas, animales, alimentos y otras cosas sobre su cabeza, de ahí que no podían mover la parte de arriba, pero sí la caderas, al caminar saltaban con las puntas de los pies.
En el periodo colonial, este rito se convirtió en un baile, como una forma de burlarse de los españoles, con un pedaso de manta vieja cubrían todo su cuerpo y una mascara con rasgos españoles, a las personas que vestían así les llamaban “huhuenches” o “huehuetzin”, del náhuatl que quiere decir “Persona que viste con ropas viejas”. En un principio caminaban siempre alineados, saltando con la punta de los pies, como si fueran títeres y de vez en cuando daban vueltas lentas, al compás de la música.
En los paseos con vísperas de cada festividad y en las ferias, es frecuente la aparición de comparsas disfrazadas, llamadas genéricamente, los huehuenches que realizan alegres danzas. Una de las variantes más brillantes y vistosas de estas comparsas es la de los Chinelos.
Esta danza es originaria del pueblo de Tepetlixpa, Estado de México, donde se formó al parecer en el siglo XIX y a partir de los modelos que ofrecían las comparsas de viejos o huehues. En el presente siglo, la danza de los Chinelos se ha extendido geográficamente y hoy se practica usualmente desde 1955 en Ozumba, Estado de México y en el Estado de Morelos. El grupo de Ozumba fue fundado 16 años atrás como una promesa religiosa a la Purísima Concepción, mientras que la de San Juan Tilapa, se fundó el 10 de agosto del 2003, en honor a la Santísima virgen de la Asunción, por los señores: Cirilo Martínez Próspero, Marco Antonio Montoya Martínez y Margarito Hernández Mereles.
Los Chinelos han desarrollado un original vestuario a base de largas túnicas, sombreros bordados y rematados con plumas y máscaras de tela de alambre, a las que se agregan cerdas para figurar una puntiaguda barba. Agregan unas mantillas bordadas o estampadas y usan guantes, de tal forma que la indumentaria cubre todo el cuerpo.
Los Chinelos también han desenvuelto un peculiar estilo de baile. La comparsa no tiene una organización rígida, por lo que cada danzante tiene libertad para realizar sus pasos dentro de un orden general. La comparsa de los Chinelos se acompaña de una banda de aliento que interpreta sones que son exclusivos de esta danza. El repertorio completo tiene 36 sones, que por su forma pudieran ser derivaciones de sonecitos de la tierra, que a partir de la música teatral y profana española surgieron por todo México en el siglo xviii. En esta comparsa participan 60 danzantes entre hombres y mujeres.
CUADRILLA DE CAPORALES
Cuadrilla de Caporales del 2003
Representada por el señor Juan Hernández Serrano. Al igual que los grupos de danza, existe una cuadrilla de expertos jinetes, integrada por caporales que inspirados por esos personajes de acaballo, simbolizan la charrería mexicana y en particular la del pueblo.
Durante la Colonia el caballo representó el medio de transporte más importante. En esa época a los nativos les estaba prohibido montar y fue hasta 1619 cuando se les autorizó cabalgar con silla, freno y espuelas. Ya en el siglo xviii, México contaba con una extensa red de caminos de herradura, por lo tanto el caballo llegó a ser indispensable a los caporales y a la charrería, destacando el jinete, el corcel y los enceres, que representan lo básico de esta tradición.
Su propósito es religioso, como un homenaje a la imagen del Señor de Chalma. Cada año, el tercer viernes de octubre realizan una peregrinación a su Santuario, en el municipio de Ocuilán, Estado de México, donde acuden a escuchar misa de acción de gracias por los favores recibidos y piden que los ilumine en su trabajo cotidiano.
Dentro de sus actividades esta la de escoltar imágenes religiosas, trasladándolas de un lugar a otro. También participan haciendo valla en el recorrido de las tres caídas en semana santa, y los viernes de cuaresma encabezan como centuriones en busca de Jesús de Nazaret.
La cuadrilla presenta características que hacen patente su creación local. Sus integrantes; Fidencio Corona Valdez, Bernardo Albarrán Martínez y Cecilio González Martínez, la inventaron en octubre de 2003, con el apoyo de 20 caballerangos. El estandarte fue donado por la Sra. Teresa Maruri Serrano.
En la actualidad este grupo ya lo integran 200 montadores y un extenso grupo de personas que se encargan de proporcionarles; en el trayecto de ida y vuelta, los alimentos, en los lugares de descanso ya determinados. La salida es a las seis de la mañana y su retorno es el día domingo a las 17.00 horas. Su arribo es por la calle principal, donde la población los espera con alegría e incluso les regalan sus ramos de flores que después ellos ofrecen a san Juan Bautista, patrón de la comunidad. Finalmente el padre celebra una misa de conversión de acción de gracias.
DANZA DE LOS PISCADORES
Danza de los Piscadores 2004
Esta danza reproduce las faenas del cultivo del maíz. Por sus características nos permite suponer que la danza alcanzó su forma actual en el siglo XIX, cuando la gran hacienda y ranchos lograron su apogeo, acaso como una derivación del ciclo de las danzas agrícolas.
Sus personajes son: el Patrón, el Capitán, el Cargador, el Rayador y el capataz, la María Cristina, los vasallos o peones y San Isidro Labrador. En este caso se ha dado el fenómeno de una disminución en los diálogos y un mayor énfasis en el aspecto coreográfico, de tal forma que ha adquirido un carácter mímico que reproduce la labor campesina. Los danzantes portan implementos que se utilizan en las cosechas, como su ayate y pizcon, que evoluciona al ritmo de la cuadrilla.
La danza como bien sabemos que simula la labor de la cosecha del maíz, en la cual los trabajadores van sobre su surco, escuchando música popular o alegres van cantando y otros haciendo relajo; ¿de qué color es mi mazorquita?, ¡coloradita!, ¿qué le vas?, ¡becho y bacho!, por su parte el Costalero; siempre pregonando ¡vengan a vaciar!, ¡no carguen! De esta manera es menos ardua su faena.
La comparsa fue fundada el 11 de enero de 2004, por el señor José Olín Torres, cuyo propósito es cien por ciento religioso, en la que los danzantes rinden homenaje a San Isidro Labrador, San Juan Bautista y a la virgen de la Asunción. Su identidad esta en la música variada adoptada por ellos mismos, en la que se incluye corridos relacionados con el campo, como La cosecha de mujeres.
El vestuario pretende reproducir el traje de los campesinos en épocas pasadas, los hombres con calzón y camisa de manta, sombrero tipo zahuayo, paliacate rojo atado al cuello, ceñidor del mismo color y huaraches de correa. El de la mujer siempre luciendo sus trenzas largas adornadas con un moño, blusa bordada, falda floreada, paliacate, sombrero y huaraches al igual que los hombres.
DANZA DE LOS ARRIEROS
En el pueblo existen dos versiones: Una a cargo del Sr. José Alfredo Elías Hernández Torres, formada por las familias Hernández, Torres y Alvirde, el 17 de mayo de 1988, con el apoyo del maestro Leobardo Hernández, del pueblo de Tlaltizapan, municipio de Tianguistenco, Estado de México. Su música, inicialmente fue con violín y guitarra. Con el paso del tiempo adoptaron otras melodías o sones variados, con el propósito de tener su propia identidad. Y por la otra a cargo del Sr. Carlos Romero Tarango, fundada el 15 de mayo de 2004, con música de los Hermanos García de San Miguel Ameyalco, del municipio de Lerma.
Arrieros de José Alfredo Elías Hdez. Torres .1988 Arrieros de Carlos Romero Tarango 2004
En ambas se incluyen textos y personajes que se combinan con el baile, reproduciendo la actividad cotidiana de la gran hacienda con sus personajes característicos: el amo o patrón, sus administradores, mayordomos y los rayadores o pagadores, así como el conjunto de los arrieros que transportaban todas las mercancías que la empresa requería y que tenía especialistas como los trabajadores o guías, los cargadores y sus ayudantes: el sufridor de carga y Juanito que detenía a la bestia, el “sabanero” que ponía a los arreos y las pascualitas que preparaban la comida, que son hombres en este caso. El vestuario también reproduce, de manera lujosa e imaginativa, los trajes que usaron los protagonistas correspondientes de ese tiempo.
Sus características nos permiten suponer que la danza alcanzó su forma actual en los siglos xviii y xix, cuando la gran hacienda alcanzó su apogeo, acaso como una derivación del ciclo de las danzas de cosecha, en que se reproducen las actividades agrícolas y que al parecer fueron introducidas por los españoles en la época de la colonial.
En su celebración, ellos le bailan a las imágenes de San Isidro Labrador, San Juan Bautista y a la Virgen de la Asunción, con un solo fin: agradecer los beneficios obtenidos en el año anterior y propiciar el éxito del próximo. Para ello se ofrenda al santo, los danzantes y el público, comida que se prepara como parte de la misma danza.
En el transcurso del baile también se interpretan cantos tradicionales que hacen referencia a veces jocosa al trabajo, o que tienen el carácter de alabanzas.
CUADRILLA EL DURAZNO
Interpretada por la comparsa de San Juan Tilapa, a cargo del Sr. Onofre Eliseo Gutiérrez Cárdenas. Los paseos o fiestas de carnaval, por naturaleza es la esencia de la participación de las danzas alegres con propósitos únicamente festivos y muy diferentes, como es el caso de las cuadrillas.
Estos grupos están formados por parejas que se combinan para formar figuras coreográficas; auque dejando suficiente libertad a los dúos para la creación de pasos; quebraditas, cumbias y el ya famoso pasito duranguense.
Las cuadrillas posiblemente se originaron a partir de los modelos de las danzas de salón inglés llamado country dance e introducidas a México, sobre todo a partir del siglo pasado, perdiendo en este caso su colección propia.
La de San Juan Tilapa, su interpretación religiosa que realizan, es como un homenaje a San Juan Bautista; santo titular de la localidad, así como a la Virgen de la Asunción y a San Isidro Labrador. Sus integrantes la consideran inventada por ellos mismos el 24 de junio de 2004. En conjunto participan 25 mujeres y 25 hombres.
El ritmo con el que se realiza el acompañamiento es de música grupera y variada, incluyendo algunas del repertorio de los Chinelos y Caporales.
El vestuario que utilizan, es de tipo norteño, la camisa, el pantalón y sombrero pueden ser del mismo color, ó como estamos acostumbrados a ver una persona, luciendo un pantalón de mezclilla de corte vaquero con camisa a cuadros. El espectáculo ofrece así un extraordinario colorido, al que se agrega el vigor y alegría con la que realizan el baile.
D) TRADICIÓN ORAL Y PATRIMONIO INTANGIBLE
1.- Tradiciones y costumbres
a) Enlaces matrimoniales.
A principios del S. XIX, aún se conservaba la costumbre de “los matrimonios acordados”. Cuando algún joven se interesaba por una señorita para casarse, él les comunicaba a sus padres el deseo de casarse con aquella chica, entonces la familia del joven se hacía acompañar de familiares importantes y autoridades eclesiásticas que dieran avalo al compromiso que se realizaría al momento de llegar a la casa de la afortunada.
Con toda formalidad, la ceremonia era iniciada por los señores fiscales diciendo al padre de familia -en nombre de fulano de tal hemos venido a pedir la mano de su hija – a lo cual el padre podía o no aceptar. Si aceptaba se acordaba un lapso de un año para que se realizara la boda, mientras tanto, el joven conocería a su prometida y platicaría con ella en las tardes en la entrada de la casa (ella estando dentro y él por el lado de afuera), sin que ninguno de los dos pasaran el quicio de la puerta. Si lo hacia se consideraba como una falta de respeto.
Con el tiempo fue existiendo mayor libertad en las relaciones, donde los dos jóvenes se eligieran mutuamente, así los dos estarían de acuerdo para acordar un día en el que se pidiera formalmente el casamiento. El joven (como se menciono anteriormente) se hacía acompañar de familiares y autoridades importantes. La reunión iniciaba –buenas noches, no agradezcan la visita, venimos a nombre del joven “fulano de tal”, a pedir la mano de su distinguida hija– El papá de la novia inmediatamente llamaba a su señorita con la siguiente frase –Hija de mi vida y de mi amor, aquí están los señores que vienen a pedirme tu mano para que te cases con el hijo de fulano, ¿es cierto eso?, acaso te has comprometido con él y le has dado tu palabra de matrimonio–, a lo que ella contestaba ¡Sí papá!, estoy comprometida con él a ser su esposa como Dios manda. Por su parte el papá de la muchacha interrogaba al pretendiente ¿de veras te vas a casar con ella?, ¿de veras la vas a querer?, a lo que él respondía -¡sí! ¡Porque quiero mucho a su hija!-, -Bueno compadritos aquí le entrego al joven mi yerno la mano de mi hija pero con una condición, que ella saldrá de mi casa hasta que se case como Dios manda-. En este acto, el padre de la desposada imponía un plazo de un año para la celebración del casamiento por la iglesia (ya que no se usaba por lo civil).
En los dos casos, una vez formalizado el compromiso, los clérigos pedían permiso a los padres de la prometida para encender una vela, como símbolo de la luz de Dios que iluminaría a partir de ese momento a la pareja.
Doña Trinidad Jiménez y Don Dionisio Corona Rojas. 1910 Don Rafael Plata y Doña Virginia C. de Plata. 1919
(Matrimonio con vestimenta mexicana) Matrimonio con vestimenta europea
Enseguida, los padres del novio; por un lado, entregaban a los de la novia su "contento" el cual consistía en un chiquigüite repleto de pan, fruta y aguardiente, y por el otro, para limar posibles asperezas o malos entendidos ofrecían para todos los acompañantes la famosa copita de licor o de mosquito (para alegrarse); y de inmediato los presentes brindaban por el compromiso contraído por los futuros esposos. La bendición de la pareja, los familiares de uno y otro la impartían un día antes del matrimonio por la iglesia, para empezar lo primero era encender una vela, para que la luz divina iluminara su camino, de rodillas uno a uno les echaban su bendición, no sin antes darles un breve consejo. Al final los padrinos (de ambos) de bautizo o confirmación, los santiguaban además les correspondía levantarlos.
Cuando el papá negaba la mano de su hija, el novio se robaba a la muchacha, quien era “depositada” en la casa del primer fiscal del pueblo, permaneciendo ahí hasta la consumación del arreglo de los papás de los contrayentes. El fiscal eclesiástico era el encargado de dar aviso a los padres de la joven, gestionando a su vez el día y hora para que recibiera en su hogar el familiar del muchacho con el fin de fijar la fecha del matrimonio. En este caso los fiscales pedían permiso encender la vela con el fin de que la luz divina estuviera presente, colocándose los novios de rodillas ante el altar, frente a las imágenes de los santos, donde recibían el perdón y un breve consejo de cada uno de los familiares allí reunidos, quienes como símbolo de piedad les echaban su bendición. En este acto también los bienhechores de bautizo o confirmación, de uno u otro, los santiguaban y les correspondía levantarlos. Para finalizar los papás del contrayente entregaban a los consuegros su contento, un chiquigüite lleno de la mejor fruta y pan, con una canasta con botellas de licor y mosquito para brindar por el bienestar de los novios. Una vez aquietadas las aguas, los padres del novio fijaban la fecha del casamiento, la cual deberá de ser lo antes posible.
En los tres casos, a pesar de los diversos tiempos se seguía con la misma tradición en cuento a la celebración del casamiento religioso.
De acuerdo con lo que marca la iglesia, al fijarse la fecha del casamiento, los contrayentes tres meses antes solicitan en la parroquia, “La presentación”, también conocida como "el asentamiento", el cual consiste en llenar la solicitud legal ante el párroco. En ella, bajo juramento, se entrevista a dos testigos por cada contrayente, para asegurar la soltería y la plena libertad, proponiéndoles a su vez una formación y catequesis previa al matrimonio, para luego correrle las amonestaciones, con el fin de investigar si existe algún impedimento, los documentos que se requieren son: actas actualizadas de Bautismo y de Confirmación, últimamente se exhibe también el acta de matrimonio civil y el certificado de defunción del cónyuge, en el caso de los contrayentes viudos.
La fiesta duraba tres días; domingo (el casamiento), lunes (la curada) y martes (festejo a las cocineras). El novio le compraba todo el ajuar de su prometida (vestido, tocado, medias, ligas, zapatos y ropa interior), así mismo daba de comer en su domicilio a sus familiares, principalmente a los de la novia. Por su parte los padrinos de velación, además de pagar la misa, las arras, los anillos y la música, ofrecían en su casa un desayuno para todas las personas que asistían a la Eucaristía. Generalmente la ceremonia del sacramento del matrimonio se celebraba a la hora de la misa dominical, a la que asistía la mayor parte del pueblo, con el fin de hacer extensiva la noticia.
La celebración era de acuerdo a su economía; con música de viento, tocadiscos o bien con alguna orquesta musical. No hay que olvidar que en esa época se acostumbraba como un símbolo de agradecimiento a los padrinos “El baile del Guajolote”, cuyo significado en otomí quiere decir “Despedida de Compadres”. Este bailoteo consiste en que en una boda, después de celebrarse la misa, los nuevos cónyuges, van caminando a la casa de la novia; cuando se avizoran los nuevos esposos, entre risas y aplausos se les espera, con gran alegría, mientras una banda de música toca alegres melodías, tanto los papás de la prometida, los organizadores o padrinos del baile del Guajolote, empiezan a sacar los utensilios domésticos que la futura ama de casa ha de utilizar como son: escoba, recogedor, jalador, cestos de basura, bracero, metate, molcajete, chiquigüite, servilletas, cazuelas, cucharas, cuchillos, sartén ollas, máquina de hacer tortillas. Esto va acompañado por un “hundí” o “Chiquigüite” de fruta y pan, una canasta de botellas de licor, sin faltar el tradicional mosquito y el rompope, El protagonista de la boda es “el huillo” (guajolote) adornado con un moño rojo. Todo esto lo van entregando entre los presentes, con el fin de que cada uno lleve algo consigo, formando en el trayecto a la casa del novio dos vallas y en medio los novios y el guajolote iban danzando; Al llegar a la morada del desposado (donde los esperaban para comer) hacían una entrada bailando con el pobre guajolote, alrededor del patio en forma circular y al final les entregan “el hundí” y la canastilla a los papás del pretendiente en forma ceremonial que hasta los bendicen con el sahumerio y finalmente dan las gracias deseándoles todo lo mejor y dándoles consejos para el buen funcionamiento de su vida que emprenderán matrimonialmente finalmente los invitan a comer y siguiendo con el baile para todos los invitados.
Con relación a las personas de pocos recursos, los fiscales del templo les auxiliaban consiguiendo en calidad de préstamo, con alguna señora casada, el vestido; el lazo, las arras y los anillos. Al igual pobremente incluían en su fiesta el baile del guajolote.
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En algunos pueblos del municipio de Toluca, aún perduran tradiciones que desafortunadamente se van perdiendo, un caso muy particular es el “Baile del guajolote”. Es un rito ceremonial donde se obsequia y presentan artículos domésticos que servirán a la nueva familia que se ha formado, tiene lugar durante la fiesta después de la misa de casamiento. Inicia cuando los nuevos esposos, van caminando a la casa de la novia, ahí los están esperando con grande alegría, mientras acompaña con música un trio de cuerdas (guitarras, es decir bajo sexto y violín), aunque actualmente es más común el acompañamiento de banda, toca cuando se avizoran los nuevos esposos, entre risas y aplausos se les espera; mientras tanto los papás de la novia y los organizadores o padrinos del baile del guajolote, empiezan a sacar los utensilios domésticos que la futura ama de casa ha de utilizar como son: servilletas, cazuelas, cucharas, cuchillos, sartén, ollas, máquina de hacer tortillas. Todo esto va acompañado de un “Hundí” de fruta y pan, conocido también como “El Chiquigüite”, una canasta de botellas de licor y sin faltar el tradicional mosquito y el rompope, así como el “Guajolote” adornado con un moño de color rojo considerado como “El Protagonista del casamiento”, todos los utensilios se van entregando a diversas personas entre los presentes, con el fin de que cada uno lleve algo consigo formando dos vallas y en medio los novios, el guajolote y el chiquigüite, en el trayecto del camino hacia la casa del novio, la gente los esta esperando para comer, al llegar a la casa hacen una entrada bailando al pobre “Pipil” alrededor del patio en forma circular y al final les entregan el “Hundí” (la canasta) a los papas del novio en forma ceremonial donde hasta los sombrean con “El Sahumerio” y finalmente los caseros dan las gracias, deseándoles todo lo mejor, otros les dan consejos para el buen funcionamiento de su vida que emprenderán conyugalmente, para así después de todo pasen a comer y disfrutar de toda la fiesta.
Actualmente son muy pocas las personas que aún conservan aquellas costumbres y tradiciones, con el paso del tiempo las hemos modificado (en su representación, estilo de vida y formalidad); como el baile de “el guajolote”, organizado por un padrino y se danza en el lugar (salón), en forma circular o bien el baile del “mandilón” donde los recién casados los disfrazan del sexo opuesto; el, de mujer y ella, de hombre.
Ahora todos los casamientos civiles y religiosos se llevan a cabo el mismo día (los sábados y últimamente los viernes), en un lugar determinado de acuerdo de quien sea el caso; Al prometido le corresponde comprarle todo el ajuar (aunque en algunos casos ella se lo compra), y ofrecer un gran fiesta a toda la familia y amigos, incluso para la gran variedad de padrinos que puede haber (de velación, arras, anillos, ramo, tocado, cojines, medallas, de arreglos, fotografías, video, salón, de mesas y sillas, bebida, pastel, de música, etc.; por cierto desde hace poco se viene incluyendo el baile del guajolote o del mandiló.
El baile del Mandilón 2011.
Un ejemplo para ilustrar mejor la fiesta de un casamiento.
El programa de la fiesta es el siguiente: Primero, los meseros hacen su entrada para luego servir de comer a todos. Segundo, “para la luna de miel”, la novia solicita una cooperación económica con zapatilla en mano, mientras que el novio hace lo mismo con los caballeros, quienes pegan un billete con un alfiler en su camisa, estampando su firma. Tercero, "La víbora de la mar". Cuarto, expulsión del ramo y corbata. Quinto, "la Marcha Fúnebre" y “lanzamiento de los novios”. Sexto, El baile de “el Guajolote” o del “el mandilón”. Séptimo, Los novios rompen el baile. El evento puede tener variaciones, sin embargo en muchos casos así es el orden.
Al día siguiente en el mismo lugar, en otro salón, o tal vez en algún domicilio particular se lleva a cabo "la curada" (cada vez menos frecuente), donde se ofrece una comida en agradecimiento a los padrinos y familiares más cercanos, invariablemente que esto es de acuerdo a su economía.
b) El sacramento del bautismo
Durante mucho tiempo la comunidad perteneció a la parroquia de Santiago Tlacotepec, por lo tanto el trámite y la impartición se daba únicamente en las misas dominicales que hacia el curato en esa parroquia, con el paso de los años se permitió que los párrocos lo impartieran los sábados y domingos de forma individual; Sin embargo, a partir del 2006 se viene proporcionando solo de forma comunitaria.
Al convertirse nuestro templo en Rectoría (15 de diciembre de 2009), tiene el control y registro de todos los sacramentos de la santa iglesia, los cuales son impartidos en el templo titular de la comunidad.
Tradicionalmente, en los bautizos los padrinos de casamiento tenían el derecho de llevar a la pila bautismal a los tres primeros hijos de sus ahijados, la costumbre era que no se podían negar por tratarse de algo importante, solo podían negarse cuando por lo menos una vez se dio cumplida la meta por voluntad propia.
Para pedir el favor, los papás del bebé se hacían acompañar de algún familiar (tíos y abuelos), quienes tomaban la iniciativa para pedir el favor; “Buenas tardes compadritos, no agradezcan la visita, mi hijo (sobrino o nieto) quiere pedirles a ustedes que hagan el favor sus personitas, de llevar a la pila bautismal a mi nieto” (hijo o sobrino); A lo que el compadre acompañado de su esposa (familia) respondía, “Gracias por acordarse de nosotros, claro que sí con mucho gusto aceptamos ser los padrinos.”; Animismo el orador para dar formalidad pedía permiso a los caseros para encender la luz (vela) de Cristo Jesús, como símbolo de agradecimiento, para que ilumine al ahijado y a sus padrinos. Por gratitud los solicitantes proporcionan la copita de bebida para luego brindar por el ahijado y los compadres.
A los padrinos les corresponde vestir al ahijado de color blanco (de pies a cabeza), incluyendo su ropón con su sábana, así como, pagar los derechos a la parroquia, dar el tradicional bolo (para que el ahijado tuviera suerte), además asistir a la “plática de preparación” de papás y padrinos.
Los padres agradecen a sus compadres con una comida en su honor, en la que nunca faltaba el mole rojo, acompañado con arroz, frijoles y tortillas de mano. Se servían copitas de mezcal o tequila, cerveza y el famoso pulque.
Bautizo de la Niña Claudia,
con su tradicional ropón.
Al término de la comida el padrino por su parte le entregaba a la mamá de su ahijado su bolo; una moneda de plata de mayor valor, que le serviría como cabecera y para los demás niños aventaba puñados de monedas. Finalmente los bienhechores entregaban al crío haciendo entrega de su fe de bautizo, la vela, así como una muda de ropa nueva, dándose unos a otros las gracias. Al día siguiente los papás del infante le entregaban su chiquigüite con mole rojo, arroz y en el centro un guajolote entero acompañado con tamales y de una botella de licor o tequila.
Las costumbres en este acto han cambiado de acuerdo a cada familia, por ejemplo, ahora los papás del recién nacido buscan los padrinos como los marca la iglesia, si es soltera debe de estar bautizada y en caso de ser un matrimonio, estos deben de estar bautizados, casados por la iglesia y ser (en ambos casos) de conducta ejemplar. Hoy no solo son los padrinos del bautizado sino que hay que agregar el de medalla, y si la fiesta se realizan en algún salón, hay que añadir los de: salón, música, fotografías, video, mesas y sillas y hasta de bebida. La vestimenta sigue igual, por lo que se refiere a la vela esta debe de estar muy adornada, agregado además, una concha y una toallita.
Los padres agradecen a sus compadres e invitados con una fiesta en su honor, donde aún se sigue sirviendo mole rojo, barbacoa o carnitas, además de cubas o tequila. Antes o después de la comida, se realiza la entrega formal del bautizado incluyéndose un paquete de ropa y juguetes, así como la fe de bautizo, en la que padres y padrinos se manifiestan agradecimiento, en un acto de fe, esperanza y caridad.
El bolo lo dan los padrinos; la madrina les obsequia a los adultos recuerdos del evento, así como una moneda (antigua o actual) pegada en la invitación o bien presentes de distintas formas (angelitos, cruces), el padrino por su parte avienta puñados de monedas para los infantes. Con respecto al “chiquigüite”; que por tradición se entregaba al día siguiente, como símbolo de agradecimiento a los padrinos, solo los tradicionalistas aun lo siguen haciendo.
c) Primera comunión
Se acostumbraba elegir a los padrinos de acuerdo si el ahijado era varón o mujercita: si era hombre, se le buscaba padrino y si era damita, madrina, estos debían cumplir con las siguientes condiciones: si era soltera(o) debe de estar bautizada(o) y en caso de ser un matrimonio, estos debían estar bautizados, casados por la iglesia y ser (en ambos casos) de conducta intachable.
Para sellar el compromiso también se encendía la vela y se brindaba con licor, tequila o refresco. La edad en la que se recibía este sacramento era a partir de los siete años en adelante, se necesitaba previa aprobación de un mini-curso de catecismo; La conclusión de este acto se daba en la fiesta patronal del pueblo, el día de San Juan, (24 de junio) y en la de la Virgen de la Asunción (el 15 de agosto).
A los padrinos les correspondía vestir totalmente a sus ahijados; a las niñas de blanco, con limosnero y a los niños con traje blanco o azul, camisa blanca y su brazalete.
En los dos casos con una vela, rosario y el libro de 1° comunión. Actualmente a los ahijados ya nos se les entrega el libro, este es sustituido por la santa Biblia, por otro lado ahora la edad mínima para este sacramento es a los 10 años, previa aprobación del curso escolarizado de 6 años (con asistencia de los sábados y domingos), así que la edad para inscribirse es a los cuatro.
A los padres les corresponde agradecer a sus compadres con una comida familiar, también de acuerdo con sus posibilidades económicas.
Es importante hacer notar que en ambos casos, antes o después de la comida, siempre se entrega en ceremonia solemne a los ahijados, intercambiando frases de amistad, dándose las gracias el uno al otro, como símbolo de respeto al compromiso contraído.
d) El sacramento de la confirmación
Tradicionalmente, al igual que en el sacramento de la primera comunión los padrinos se elegían de la misma manera.
La confirmación se hacía a cualquier edad y sin preparación alguna, en mucho de los casos se concebía junto con el bautismo y para pedir el favor es igual al de la primera comunión además se considera de grado, por lo tanto el rito de la vela o luz del mundo todavía aún se sigue usando.
La edad en la que se recibía este sacramento era a partir de los siete años en adelante, previa aprobación de un mini-curso de catecismo; la impartición se daba en las dos fiestas patronales del pueblo.
Pero al igual que el sacramento anterior, ahora, se necesita de una preparación de seis años para así se reciba a los 10 años.
A los padrinos les correspondía vestir totalmente a sus ahijados; a las niñas de vestido y zapatos de blanco, además con su tocado y guantes del mismo color, a los niños con traje blanco o azul. De forma económica a los varones camisa blanca, pantalón azul, y zapatos de color negro y las damitas de vestido y zapatos blancos, con su tocado y guantes del mismo color, de acuerdo a la economía de los padrinos; actualmente a los ahijados se les obsequia la santa Biblia.
A los padres les corresponde agradecer a sus compadres con una comida familiar, también de acuerdo con sus posibilidades económicas. Es importante hacer notar que en ambos casos, antes o después de la comida, siempre se entrega en ceremonia solemne a los ahijados, intercambiando frases de amistad, dándose las gracias el uno al otro, como símbolo de respeto al compromiso contraído.
f) Presentaciones
Antiguamente, las presentaciones de los niños en el templo se realizaban después de que la mujer daba a luz; si era niño a los 40 días y se era niña, a los 80. Al igual que en los sacramentos primero se buscan los padrinos (de velación), quienes como ya se menciono anteriormente, estos deben de cumplir con los requisitos que marca la iglesia y para pedir el favor es costumbre que para sellar el compromiso se recurre a la tradición del cirio o vela.
Hoy en día, es opcional y generalmente se trata de una misa para los niños que cumplen tres años de edad, para agradecer a Dios por conservarles la vida.
La obligación de los padrinos (de velación) es la de vestir totalmente a su ahijado (a), así como pagar los derechos de la celebración de la Eucaristía, con relación a los demás, los papás se dan a la tarea de buscar específicamente de adorno de la iglesia, fotografías, música, salón de fiestas, de mesas y sillas, o bien de bebida. El acontecimiento termina con una comida en el lugar de preferencia de quien se hable.
De igual forma antes o después de la fiesta los padrinos de velación hacen la tradicional entrega del ahijado como insignia de respeto al encargo contraído.
g) Quince años
Las quinceañeras, al llegar a esta edad siempre sueñan con su príncipe azul y con una gran fiesta. Este tipo de celebraciones sólo se realizaban en las familias ricas para “presentar”, a las chicas que tenían este privilegio ante la sociedad.
Este acontecimiento se celebraba con una misa de acción de gracias. El padrino de velación vestía completamente a su ahijada, pagaba la misa y la orquesta de música. Los padres de la quinceañera ofrecían una gran comida para sus compadres y familiares, y daban las gracias a sus compadres.
En la fiesta, la quinceañera bailaba el vals con su chambelán principal, acompañados de 14 parejas. Antes de partir el pastel, el papá hacía la tradicional presentación de su hija, brindaba por ella, y bailaba nuevamente el vals.
Señorita Quinceañera Jacoba 1965
En la actualidad este acontecimiento se ha convertido en una fiesta popular con características similares a las descritas anteriormente.
La diferencia es que no precisamente se es presentada a la sociedad, sino más bien como un símbolo de agradecimiento por esas quince primaveras de la joven, se realiza una fiesta en la que tiene lugar un tradicional vals (espectáculo que puede abarcar la coronación, vals principal, brindis, entrega de último juguete y un vals o baile familiar), el corte del pastel y el baile.
h). Fallecimientos
Para los decesos, mi comunidad aún conserva las costumbres y tradiciones que nuestros abuelos y bisabuelos nos inculcaron, y que difieren si se trata de un adulto o de un infante.
1) Fallecimiento de un infante en el hogar.
Se coloca en una mesa cubierta con una sábana blanca; posteriormente la mesa se adorna con papel china ya sea blanco con azul si es niño, o rosa con blanco si es niña, en forma de trono como si fuera una cuna y los padres pueden vestirlos con la mortaja de San José, la Virgen María, u otro santo. A los padrinos de bautizo les corresponde poner la música (banda u orquesta), en el velorio de niños y jóvenes, para que (según se cree) le toquen su gloria. Si se trata de un bebe, también costean el trono de papel china.
2) Deceso de un adulto soltero:
Es necesario que el occiso lleve un anillo de compromiso antes de ser colocado en el féretro en símbolo de casamiento (la costumbre indica que no pueden enterrarse sin casarse), es por ello que se les busca alguna persona de su edad que coloque voluntariamente una argolla matrimonial en su dedo anular izquierdo; al mismo tiempo se forma una cruz con arena, cal y romero, en el piso, debajo del ataúd.
3) Muerte de un adulto:
Su cuerpo es colocado sobre el piso, mientras se adquiere el ataúd. Cuando la muerte sucede en algún hospital o clínica, el occiso llega a su domicilio en su respectivo ataúd; en ambos casos se coloca un plato con un vaso con agua y una veladora encendida (sobre el piso, para las ánimas benditas del purgatorio) en el lugar designado para su velación
Para la conservación del cadáver, se utilizan mitades de chilacayote, el cual además absorbe el mal humor que despide el cadáver. Se cree que las personas que tengan alguna herida, no deben acercarse para evitar alguna enfermedad. Para dar aviso a los familiares, algunos lo hacen por medio de esquelas que son entregadas personalmente en cada hogar.
Es costumbre que los familiares más cercanos proporcionan su ayuda en efectivo o en especie: maíz, fríjol y arroz. Los amigos y vecinos apoyan con velas con un listón color negro, veladoras, adornos florales y con las tradicionales "coronas", depositando además en el velorio, una ayuda económica (limosna) sobre una charola colocada sobre el ataúd del lado de los pies.
Quienes saben rezar el rosario, voluntariamente, una tras otra lo van invocando, si es infante o joven, con los misterios gloriosos; si se trata de un adulto, con los misterios dolorosos. Para dar la señal al pueblo, si se trata de chiquillos y jóvenes, el toque de campanas es de repique (suenan todas las campanas); si se trata de un adulto, "doblan" las campanas (ton…ti lon- ti lon).
En el velorio, los dolientes obsequian café o té con pan a todos los acompañantes, quienes al llegar al lugar, van dando el pésame. Al mismo tiempo, designan algún familiar para notificar al delegado municipal y solicitarle "la tierra" donde será sepultado el difunto. Al día siguiente muy temprano (el día del entierro), el delegado hace la entrega de la tierra, santiguando el lugar con un sahumerio, un azadón, agua bendita y una vela, no sin antes rezar la tradicional oración????. Cabe agregar que los oriundos y vecinos que cumplen con sus obligaciones municipales, ejidales y eclesiásticas, tienen derecho a recibir tierra nueva; en cambio los que no cooperan, así como los que radican en algún otro lugar, y quieren descansar en su tierra son enterrados en la tumba de algún familiar. Para la excavación del sepulcro, siempre hay personas que ayudan a la cuna doliente.
Los sepelios se llevan a cabo con una gran procesión que porta flores, velas encendidas, y marchan con las coronas por delante; los infantes, son llevados en su trono de papel china, mientras cuatro niños cargan su ataúd. Los cuerpos son llevados al templo como símbolo de despedida; en la entrada del atrio del templo los fiscales reciben el cortejo fúnebre con toque de campana (repique o dobles), con el crucifijo alto y el portacirio, por su parte el reverendo celebra la misa de cuerpo presente “Es muy importante que algún familiar presente una vela, una charola con romero y un frasco de agua antes de que inicie la misa, para que el sacerdote los bendiga; el romero y el agua es para que se coloque en forma de cruz en el piso del sepulcro, rociando a su vez en las cuatro esquinas el agua bendita, y la vela es para que se quede encendida en el templo, se entiende que es para que ilumine al difunto hasta el campo santo”, para luego continuar el camino hacia el campo santo; últimamente, tanto los niños como los adultos se entierran con música de banda o mariachis y en muy pocas ocasiones actúan "las plañideras”, ya que se considera que tipo de cortejos suele contagiar o aumentar el dolor que se padece. Al finalizar el sepelio, los familiares del difunto agradecen a todos los acompañantes, invitándolos a comer en la casa del finado.
Después se reza un novenario que consiste en nueve días en que se rezará el rosario como una oración contemplativa, que por su naturaleza exige un ritmo tranquilo y reflexivo remansó como petición a Dios para que le sean perdonadas sus fallas y que descanse en paz su alma por intersección de la virgen María; antes de iniciar el rezo se le proporciona a cada persona una vela encendida, la cual permanece así hasta el final de la oración. Pueden iniciase el mismo día de la sepultura o a más tardar al día siguiente. Primero se busca un rezandero que se hará cargo del rosario durante los nueve días. A más tardar el tercer día se busca a los padrinos que harán el levantamiento de la “Santa Cruz” y cuya responsabilidad será la de proporcionar, una de metal o de granito para el sepulcro y otra de madera para la casa, ambas, con los datos relevantes del difunto, así como una cajita de madera en forma de cofrecito, donde se depositara la arena y cal; el día de la levantada proporcionara un ramo de flores, así como una charola donde se colocaran el romero y las flores que sirvieron de adorno de la señal levantada. El noveno día se lleva a cabo la tradicional "levantada de la cruz" de arena, cal y romero que se formó después del deceso. Los caseros por su parte improvisan un altar con tres cruces de madera con sus velas (3 cada una) y doce ceras en hilera que representan los apóstoles con un cromo de la “Resurrección de Jesús”; delante del altar se coloca además una sábana blanca con tres cruces (formadas) de listón negro que al momento de que el rezandero; dentro de su ritual abra la gloria, en ese momento se corre la sábana para quedar al descubierto el escenario preparado.
El décimo día se llevan a misa sobre una mesita la cajita y la charola, así como las cruces, para luego llevarlas en procesión al panteón. En la tumba se entierra la cajita, colocándose además la cruz de metal; por último se reza un rosario en compañía de todos. Al finalizar se recoge la de madera como símbolo de recuerdo del ser amado.
Al final de cada rezo durante los nueve días, los dolientes (le van variado) obsequian café o té, así como pan blanco y de dulce, y un pequeño refrigerio para los acompañantes, y el día que se levanta la cruz ofrecen una merienda a los padrinos y acompañantes. Después del entierro de la cruz, los dolientes vuelven a ofrecer una comida en señal de agradecimiento. Antes de comer, los padrinos y familiares del difunto unos y otros se dan las muy sinceras gracias.
Al cumplirse el primer año, los familiares invitan, por medio de una esquela, a la misa de aniversario por el eterno descanso del difunto; también se reza un novenario antes del aniversario.
2.- La tragedia
Las costumbres y tradiciones del pueblo nunca se habían empañado. En la procesión del cierre de la festividad en honor a la virgen de la Asunción, ese día, la procesión salió por las principales calles, eran las seis de la tarde. La solemne peregrinación, organizada por los mayordomos y fiscales del templo de San Juan Bautista, estaba integrada por hombres que cargaban (en sus hombros) manojos de cohetones, y caminaban por delante, llevando a la Virgen de la Asunción. Las mujeres, ordenadas en dos filas, delante de la imagen, con flores y velas le hacían valla. En la plaza del pueblo había feria, las familias se divertían, nadie presentía la tragedia del 17 de agosto de 1971.
Eran las ocho treinta de la noche; cuando arribo la procesión al templo, al entrar los católicos se apretujaban en el interior y oraban devotamente mientras los hombres en la azotea del edificio quemaban la cohetería. -Inocentemente pusieron todos los manojos de cohetes en la entrada del campanario-. De pronto, se escuchó un tremendo estallido de cohetones, que no fue ubicado inmediatamente, la torre del campanario del templo se desgajó, cayendo estrepitosamente en el atrio y arrastrando consigo las cuatro campanas.
Aspecto del desgajamiento de la torre principal del templo de San Juan Bautista
Afuera se encontraban cinco personas adultas y dos jóvenes, que se supone estaban preparando los cohetes para darle más esplendor a la fiesta, y que fueron las víctimas de esta horrible tragedia, pues sobre ellos cayó el montón de piedras y las cuatro campanas. Su muerte fue instantánea, al quedar sepultados. Fue necesaria la intervención de los Bomberos de Toluca, dos Pelotones de las Fuerzas Armadas del Estado, 15 elementos de la Policía Urbana Municipal, ambulancias de la Cruz Roja y del pueblo en general, para efectuar el rescate de los cuerpos de las víctimas.
Así quedaron las campanas con motivo Las fuerzas armadas del Estado, resguardaron
del derrumbe de la torre 1971 el órden, después del desplome de la torre. 1971
Las escenas que se presenciaron fueron desgarradoras. Gritos por un lado, lamentos por otro; voces pidiendo clemencia al cielo, clamando que resucitaran a sus muertos. Niños que desesperadamente abrazaban el cuerpo de su madre o de su padre. Todo el pueblo lloraba en San Juan Tilapa. Parecía ser una sola familia unida en sus actos religiosos y aun más, en sus momentos de dolor.
Esta fue la última vez que desfilaron los cohetones en las procesiones. Actualmente existe un estricto control por parte de la Dirección de Protección Civil del Estado de México y sólo en lugares estratégicos se permite quemar los juegos pirotécnicos; sin embargo, aún existen personas que no hacen caso y no miden las consecuencias, poniendo en peligro a los demás.
3.- Mitos y Leyendas
Los Mitos y las leyendas fueron los andaluces quienes las trajeron a la Nueva España. “Son poemas narrativos, cuyo asunto es histórico, tradicional, o inventado por el autor”, con un vuelo más amplio de la imaginación. En la tradición popular recogen sentimientos, actitudes e incluso ideas de moralidad y enseñanza, que forma parte de nuestra cultura e idiosincrasia. Demonios, lloronas, leñeros, animales, novias, músicos, brujas y duendes, son algunas de las que existen en mi pueblo e inclusive algunas se conservan en canciones y danzas rituales. Las fábulas y mitos son alimento de la imaginación popular y es a través de los tiempos como echan hondas raíces que se transmiten de generación en generación. Algunos dicen que hay que cuidarse de los vivos y que los muertos no existen, sin embargo, los cuentos viven y son producto de nuestra imaginación. Las que les voy a contar, son una recolección que cada uno de los pobladores que en su ofuscación de susto y miedo, comentan sus anécdotas e incluso lo chusco de cómo les sucedió, todas estas vivencias hasta cierto punto se guardan en la memoria de las gentes, para unos es una realidad, en cambio para otros es un mito.
Con la llegada de la luz en 1951, se rompió el ciclo natural de la vida, ya que ésta comenzaba al alba y terminaba en el crepúsculo. Las fábulas de las calles y callejones oscuros donde teníamos una serie de leyendas de aparecidos, ahora ya no existen, la luminosidad ahuyentó todas esas cosas. Cuando se encendió un foco, el resultado fue asombroso, los insectos empezaron a volar en el entorno del aparato, los perros ladraron y la muchedumbre especuló que podían hacer cosas que antes era muy difícil de ejecutar en la noche.
LA PUERCA
En cierta ocasión me contó don Paulino, que cinco jóvenes estuvieron en una fiesta, divirtiéndose alegremente, bailando y tomando, ya de madrugada cuando los gallos empezaron a cantar, ellos decidieron retirarse a sus casas; al salir a la calle observaron que la noche estaba completamente oscura y corría un aire que hacía zumbar los cables de los postes de luz, como a una cuadra todos vieron venir hacia ellos, una puerca de color blanco arrastrando una cadena, pareciera que todos pensaron lo mismo y uno dijo, ¡vamos a agarrarla!...otro comentó, –la matamos y mañana vendemos su carne–, ¡sí!... Vamos alcanzarla, cuando eso dijeron la puerca doblo en la esquina y se echo a correr, como si adivinara las intenciones de los jóvenes; con la emoción no se dieron cuenta que cada vez que ya casi la alcanzaban, ella tomaba otra calle; estaba rodeando la manzana, hasta que uno de ellos logro coger la cadena mientras otro corrió a su casa a traer los cuchillos. Cuando regreso los encontró forcejeando, no lograban sostenerla, alguien grito ¡dame el cuchillo!... ¡hay que matarla!... y cuál fue su sorpresa, que al intentar acuchillarla el arma sacó chispa, como si le hubieran dado a una piedra, al ver lo sucedido, quedaron paralizados, querían hablar y no podían, querían correr y los pies no les respondían, estaban muertos de miedo; la puerca se hecho a correr arrastrando la cadena sacando chispas, al mismo tiempo, los perros aullaban y los asnos rebuznaron, hasta que por fin uno dijo, ¡ave maría purísima!... ¡maldición!... esto no es bueno ¡mejor vamonos!... y se fueron corriendo.
EL LEÑERO
Hace mucho tiempo la mayoría de los hombres, se dedicaba a cortar leña en el monte por la mañana y, después bajarla al pueblo y sus alrededores para venderla. En cierta ocasión, un señor salió de su casa muy temprano, antes de que saliera el sol, junto con su burro y su perro, llegando al monte empezó a cortar leña y coloco toda su carga en el borrico, después de eso se sentó un momento para descansar, pero se le había hecho un poco tarde, así que se paro y dio marcha para regresar al pueblo y para que caminara más rápido le empezó a dar de varazos a su asno, de tanto pegarle empezó a quejarse y a rebuznar, el señor seguía golpeándolo y de repente…el burro le dijo –ya deja de golpearme, no vez que traigo una carga muy pesada y el camino esta resbaloso y de bajada- el señor se quedo atónito y sin pensarlo se fue corriendo, mientras lo seguía su perro, el señor estaba muy agitado y se detuvo, después de haber recorrido tanto, se sentó en un tronco para descansar, mientras su perro se sentó junto a él, después el señor dijo –¡ahhh!... ¡Nunca había escuchado a un burro que hablara!- y entonces… el perro contesto ¡pues yo tampoco!....
EL BURRO
Se cuenta que en la esquina formada por las calles 16 de septiembre y José María Morelos, es un lugar muy concurrido por las tardes y noches; antes a las 8 de la noche, solo se apreciaba la resolana de la luz que salía de las puertas abiertas de las tiendas, en el mes de octubre son como si fuera de día y, en ausencia de la luna son muy obscuras y tenebrosas. En cierta ocasión, varios muchachos de ese lugar se la pasaban cantando con sus guitarras; cuando uno de ellos comentó, ¡las 12 de la noche!... ¿Ya escucharon las campanas de la iglesia?... ¡Vamonos que ya es muy tarde! No esperaron más y se despidieron, cada quien se fue para su casa. Era una noche de luna llena y de gran visibilidad, como si fuera de día; uno de ellos, al abrir la puerta de su casa algo le llamo la atención, a unos cuantos metros estaba un burro pastando tranquilamente, él pensó; este burro seguro se escapó de su casa, pero… ¿qué come en ese lugar? si ahí no hay nada que comer. Al mismo tiempo, sintió que en todo su cuerpo le recorría un escalofrío que hizo que la piel se le pusiera como de gallina, con los pelos de punta. Al cerrar la puerta el asno no se lo permitió, con el hocico la empujó y metió la cabeza, armándose de valor le gritó, ¡órale burro que te pasa aquí no es tu casa! como hipnotizados los dos se quedaron viendo, de pronto el pollino se dio la vuelta y se fue corriendo; en el primer callejón que encontró se metió y de inmediato volvió a salir mirando hacia los lados, como si se escondiera de alguien. El muchacho se dijo así mismo, ¡ahhh!… ¡eso que acaba de hacer no es normal!, ¡no puede entrar y salir al mismo tiempo!, hay nanita, esto no es cosa buena, sentía que las piernas no le respondían, estaba como paralizado y lo más asombroso es que tenía un pie en la calle. Volteó al interior de su casa y vio que estaba a unos cuantos pasos de su cama, donde su hermano tranquilamente dormía; quiso llamarlo, pero no podía hablar, al mismo tiempo sentía una gran ansiedad por ser escuchado, estaba muerto de miedo, sin decir agua va, se metió a la cama cubriéndose con las cobijas de pies a cabeza, en eso su hermano despertó y le preguntó ¡no me destapes! ¿Por qué no cierras la puerta? ¡Ciérrala!, él le contestó; no me deja cerrarla un burro, hay que se quede así, si quieres ciérrala tú. El hermano no tuvo más remedio que levantarse a cerrar la dichosa puerta, salió a la calle y exclamó ¿cual burro? ¡si no hay nada!, es solo tu imaginación, y tranquilamente la cerró diciéndole, hay hermano eso te pasa por andar muy noche, mejor ya duérmete. Durante varios días no salio de su casa y poco a poco se le fue olvidando la pesadilla del burro.
LA NOVIA
Esta historia que les voy a narrar fue tan cierta que no les deseo que les ocurra. En una ocasión, cierta familia fue a una fiesta por el rumbo del Zoológico Zacango, cuando ellos regresaban se les descompuso su auto, exactamente en las coordenadas de la vereda hacia el rancho de Los Capulines y la vialidad al zoológico. Ahí se detuvieron a revisar su coche, todos se bajaron; la noche era fría y oscura, eran como las doce. Uno de ellos saco una lámpara, y titiritando alumbró al conductor quien levantó el cofre para buscar la falla mecánica. De pronto, la persona que estaba revisando la unidad, vio de reojo una silueta a lo lejos vestida de blanco y les dijo a los demás, ¡ahí! viene alguien, pregúntenle si hay un taller mecánico cerca, cuando ellos iban a preguntar se quedaron sin palabras, pues vieron que pasaba frente a ellos una mujer vestida de novia, pero lo raro era que iba flotando y se dirigió hacia el camino del rancho, ellos expresaron después ¡huy que miedo sentí!, vieron lo mismo que yo, ¡sí!, otro decía, hay hasta se me enchino la piel y no podía hablar, finalmente uno exclamó, se ven una luces, ¡sí!... ahí viene un auto, hagámosle la parada ¡Sí!… vamonos, hay que dejar el carro exclamó otro, sí vamonos . En el trayecto a su casa, todos comentaron ¿qué andaría haciendo afuera esa novia fuera de su casa? El más valiente exclamó ¿a mí no me dio miedo? y todos exclamaron ¿no? si no podías ni alumbrar con la lámpara y fuiste el primero en correr. Ja ja ja ja…
EL MÚSICO
Todos los integrantes de grupos musicales, por lo regular dos o tres veces por semana tienen ensayo de piezas musicales de su colección; para algunos esta acción le llaman hacer escoleta; pues bien, este es el caso de un filarmónico que nunca faltaba al estudio, en cierta ocasión al terminar, se quedo platicando con un compañero y sin querer cuando se dio cuenta, el reloj del templo empezó a dar las doce de la noche. Era oscura y tenebrosa con un silencio escalofriante, nomás de pensar que tenía que irse para su casa, sentía tanto miedo y se dijo así mismo, para más seguridad voy a caminar por el centro de la calle, tenía tanta turbación que él mismo se escuchaba como respiraba agitadamente, dio unos pasos y se dijo, -mejor voy a caminar pegado a la pared- estaba tan confundido y preocupado porque no lo asustara el muerto, que trataba de caminar según el, sin hacer ruido, de pronto sintió en su espalda la respiración como la de un animal ¡fuuussss! y automáticamente grito con todas sus fuerzas ¡hay mamacita! Y, pegó la carrera, sentía que iba volando, pues no se dio cuenta como llegó a su casa, y empujando la puerta con todas sus fuerzas, logro entrar. Su hermana se asusto al escuchar el ruido del zaguán y de ver la cara de susto con la que entró su hermano, ¿qué te pasa?, ¿por qué tanto ruido? ¿a caso te espantaron?, él no contesto, quería hablar pero no podía, corrió a su cama y se acostó cubriéndose con las cobijas, por su parte, su hermana se armó de valor y salió a cerrar la puerta. Al día siguiente el músico pasó por el lugar donde la noche anterior, según él, lo habían asustado, solo que esta vez fue de día y se sorprendió al ver que en ese lugar había un boquete en la pared, de donde tranquilamente saco la cabeza una vaca. Ja ja ja ja, se sonrió y suspiro diciendo, ¡que susto me lleve! y yo que pensé que me había asustado el muerto. Ja ja ja ja.
LA VIRGEN DEL RAYO
Según cuenta la historia en el año de 1875, una pintura antigua de la virgen de Guadalupe, de un autor anónimo del año de 1700; por su mal estado (ocasionado por el paso del tiempo), a petición de los fiscales del Templo de San Juan Bautista de aquel entonces; don José Albarrán Gutiérrez, fue retirada de su lugar y llevada al sótano para ser reemplazada por otra. Por la tarde cayó una fuerte tempestad con espantosos truenos y relámpagos, de pronto los fiscales escucharon un trueno muy fuerte y alcanzaron a ver de lejos, como un rayó penetro hasta el lugar donde se encontraba la imagen. De momento un gran silencio, después corrieron al ver qué había pasado y cuál fue su sorpresa, vieron que la mano de Dios había restaurado totalmente la Santísima Imagen. Dieron aviso del milagro a la población, a la parroquia y a la mitra; esta última no dio crédito a lo acontecido. Sin embargo, el lienzo estaba rasgado; finalmente con recursos de la comunidad, los fiscales cubrieron la ranura con un rayó de plata y fue colocada en el lugar que a ella siempre le gusto.
LA CRUZ DE ÁNGEL
Allá por el año de 1885, los hermanos José y Manuel Argüelles, propietarios de la hacienda de Zacango, gustaban jugar en la baraja grandes cantidades de dinero. En cierta ocasión, sostuvieron una jugada muy importante con un rico y acaudalado hacendado, quien les ganó 62 talegas de monedas de oro. La entrega del dinero la hicieron en la capilla de la hacienda; al mismo tiempo, los hermanos Argüelles ordenaron a su gente de confianza que asaltaran al "invitado", para recuperar su dinero. A las dos de la mañana le dieron muerte al acaudalado. Sólo sus dos perros lograron escapar con vida y fueron los únicos en dar aviso a sus familiares, quienes con la ayuda de éstos, lograron hallar el cadáver. Los habitantes del pueblo nunca supieron el origen del muerto. Sólo se supo su nombre (Ángel). El lugar donde murió fue marcado con una monumental cruz, colocada en el camino vecinal, exactamente frente a la cueva de la honda barranca. A partir de esta fecha, a este camino se le conoce con el nombre de "la Cruz de Ángel".
EL CABALLO DEL DIABLO
Don José García Negrete, y su señora esposa Doña María Juliana, vivían en un ranchito, allá en su milpa que para llegar tenían que cruzar una barranca con un río, la cual distaba a unos dos kilómetros de la comunidad. Durante los cinco días de la semana el señor se dedicaba al trabajo del campo y a recolectar leña para venderla en el pueblo. Un sábado muy de mañana como de costumbre se fue a vender su leña y su esposa le recordó ¡por favor no te vallas a ir con tus amigotes a tomar!, a lo que el respondió ¡te apuras con la comida viejita, no me tardo! El señor nunca llegó por lo que su señora se sentó en una sillita en la entrada de su casa para divisarlo cuando el llegara. Dieron las seis de la tarde y nada, dieron las nueve de la noche y nada, dieron las doce de la noche y nada, la vela que tenía encendida casi ya se iba a terminar, sin embargo la noche estaba bien alumbrada con una hermosa luna, la ceñito bien podía distinguir a lo lejos la silueta de alguna persona. Por su parte don José muy quitado de la pena gustaba con sus amigos de un rico pulque y de algunas copitas de aguardiente, cuando reaccionó se despidió diciendo, ¡compadre ya es muy noche y mi viejita de seguro me esta esperando! Como pudo agarro su mula y se dirigió a su rancho; por el camino se agarro del animal porque estaba tan tomado que no podía dar el paso. Al llegar a la barranca, sintió un ligero aire muy frió que los matorrales y árboles silbaban terroríficamente, cuando llego al río por arte de magia se soltó de la mula y no podía pasar, de pronto, observo al otro lado estaba un caballo prieto azabache que con la luz de la luna su pelo y la clín resplandecía, quien a su vez lo llamaba haciéndole señas con su cabeza, al mismo tiempo bufaba y echaba fuego por su nariz, moviéndose constantemente al grado de que sus cascos sacaban chispas. El se quedo inmóvil sin poder hablar, por fin se armo de valor y le dijo; ¡no te quedes ahí mirándome y pásame al otro lado del río! Cuando menos se dio cuenta ya se estaba trepando en lomo del caballo y en un abrir y cerrar de ojos estaba llegando a su casa. ¡Vieja! mira lo que me encontré, el me paso del río. Su esposa; doña María Juliana, veía con terror y miedo como se iba acercando su esposo montado en un caballo negro, con los ojos saltados de color rojo y bufando y echando fuego por la nariz, ¡Ave María Purísima! viene montado en el caballo del diablo y le gritaba, ¡báguese! ¿Que no ve?, ¡que no se ha dado cuenta?, ¡te va a llevar! En ese momento don José reaccionó y se dejo caer del corcel gritando al mismo tiempo, ¡vieja! dame la pistola para matar este animal, cuando llegó junto a su esposa, ella ya tenia la pistola y se la entrego y de inmediato le apunto y galo el gatillo, cual fue su sorpresa que no salio la bala y sus perros al mismo tiempo empezaron a aullar, ¡santísima virgen!, ¿ya vez? eso te pasa por andar a estas horas. El caballo se fue corriendo bufando y relinchando con la cola parada y volteando hacia los lados; don José y doña María los invadió un viento helado no se podían contener de temblar de miedo, los dos se abrazaron y se dijeron vamonos a dormir mañana será otro día. Y Colorín colorado este cuento se ha acabado.
EL COYOTE
Según Cuenta la historia que en 1963, aun existían los matrimonios acordados, este es el caso de un joven que dio aviso a sus padres y parientes que lo acompañaran a pedir su novia, pero cual sería su sorpresa que en el momento preciso en que le tomaron la palabra a la novia, esta contesto que su voluntan no era casarse. La gente en el pueblo murmuraba y decían ¿porqué no aceptaría casarse con el?, ¿Por qué le hizo esa jugada?, pobre muchacho que fracaso mas feo.
A partir de ese día, el joven se dedico al trago, quería olvidar y solo tomando se podía controlar. Algunos amigos le aconsejaban que se la robara, que eso no debiera quedar así, otros le explicaban, que dejara de beber, que rehiciera su vida. El tiempo seguía su curso y un día decidió poner fin al asunto, ensilló su caballo y en compañía de su perro “El Veneno” se dirigió al campo, lejos del pueblo en un lugar apartado se sentó sobre una piedra, empezó a escribir su despedida, pidiendo que no culparan a nadie, que el lo había determinado así, en ese momento sintió que alguien lo observaba, muy despacio alzó la vista y a unos cinco metros de distancia estaba un coyote mirándolo, el lo miro también, los dos se miraron, y luego saco su pistola; con la que se iba a suicidar, le apunto y en ese momento el coyote levantó su mano derecha haciéndole una señal como diciendo ¡cálmate!, ¡cálmate! En ese momento el pensó, ¿Porqué voy a matarlo si el no me ha hecho nada?, con esa seña que me ha hecho, ¿Qué querría decirme? Y en un abrir y cerrar de ojos, el coyote se fue alejando no sin antes voltear y volver hacerle la misma señal ¡cálmate!, ¡cálmate! Ayga cosa, mi perro es bien bravo y ni siquiera gruño, ni mi caballo relincho, ¡que querría decirme el coyote!, tal vez quiso indicarme que me calmara, que no tomara el camino más fácil. Se monto en su caballo y se regreso al pueblo, por el camino se encontró a una persona mayor y le aconsejo ¡muchacho! Que bueno que estas bien, rehaz tu vida, ¿porque no te vas lejos donde nadie te conozca?, tal vez cambie tu existencia, dicen que un clavo saca otro clavo, debías de probar suerte. Al llegar a su casa el muchacho se despidió de sus padres diciéndoles que se iba a ir lejos a probar suerte, su mamá le pregunto ¡Y cuando vas a volver hijo? el le contesto ¡nunca!, tengo quince pesos haber hasta donde llego. El destino lo llevo a la ciudad de México donde trabajo vendiendo gelatinas y luego le obsequio un buen trabajo y una buena esposa, con el paso de los años regreso a radicar en su pueblo natal en compañía de toda su familia y “Colorín colorado este cuento se ha acabado” Moraleja, “los coyotes no son malos, si los atacas ellos solo se defienden y en esta ocasión hizo el bien si mirar a quien.
LA TACONUDA
Las personas que viven en la calle Juan Pablo Segundo, aseguran que por las noches siempre pasa caminando la silueta de una mujer. Según relato de doña Alejandra, siempre por las noches en la recamara del primer nivel de su casa, le daba por remendar la ropa de su familiar en su vieja máquina de cocer. En cierta ocasión muy quitada de la pena, alegre cocía frente a la ventana de su recamara y cuando menos se dio cuenta, ya pasaban de las doce de la noche, casualmente una de las ventilas estaba abierta, de pronto escucho un airecito que al entrar por la ventana silbaba levemente, ella sintió un escalofrió que recorría todo su cuerpo, haciendo que se le enchinara todita su piel. Al mismo tiempo, a lo lejos escucho el taconeo de una mujer que supuestamente venía caminando sobre la calle. Ella pensó, no tengo porque temer, será alguna chica que regresa de su trabajo, de reojo miro hacia su cama, su esposo y su hijo, el más pequeño dormían profundamente, ella pensó cerrar la ventila, pero cual fue su sorpresa que, al mirar hacia la calle observó la silueta de una mujer vestida de negro, justamente en ese momento iba pasando enfrente de su casa, la noche estaba alumbrada por la luna y vio que no caminaba sobre el piso, sino que mas bien iba flotando. La señora exclamo, hay mamacita ¿será la catrina?, o a caso ¿será la parca?, ¡huí que miedo! Como de rayo cerro la ventila y corrió a la cama cubriéndose con las cobijas de pieza a cabeza, por un momento contuvo la respiración para ver si ya se había ido, sin embargo, seguía escuchando el taconeo, no podía dominar su respiración y movió bruscamente a su esposo para que despertara. Mujer ¿que te pasa?, la señora sobresaltada le pregunto ¿no escuchas los pasos de una mujer que va caminando por la calle? El se quedo escuchando y le dijo ¡no oigo nada! ¡Ya duérmete!, eso te pasa por desvelarte. Y Colorín colorado este cuento se ha acabado.
LOS MUERTOS
Para algunas personas la llegada de los muertos; el 1° y 2 de noviembre no existe, por la razón de que no creen en esas cosas, sin embargo, otros opinar todo lo contrario, que las ánimas si vienen.
Mis abuelos, cada año ponían la ofrenda de Día de Muertos, donde no faltaban las velas y veladoras, la flor de cempasúchil de un amarillo penetrante, y la roja conocida como mano de león cuyo significado es sangre de Cristo, así como la flor de color blanco, nube y alelí. Agregaban además el agua, sal y una cruz de ceniza, sin faltar las fotografías de los difuntos.
El altar lo adornaban con calaveritas de azúcar, y figuras de venaditos, puerquitos y cajitas de muertito, en el incensario quemaban copal, usaban papel china picado con figuras alusivas, como esqueletos y calaveras, predominado el color naranja (luto prehispánico) y el morado (luto cristiano).
Que gran banquete disfrutan los difuntos, con las cazuelas de comida: Mole rojo, arroz y frijoles, pan de muerto: hojaldras y figuras, tortillas, cerveza, pulque o tequila y una gran variedad de fruta: plátanos de color morado y amarillo, naranjas, limas, ciruelas camotes, guacamotes, cañas y chayotes, además si el difunto fumaba le colocaban sus cigarros.
Mi abuelita decía que los espíritus de los muertos regresaban del más allá para visitar a sus antiguos hogares y que para guiarlos se les colocaban luces, o sea velas encendidas y con el incienso se guiaba su camino de retorno y que en el panteón aparte de que se les adornaba con flores, se les cantaba y se platicaba con ellos.
A las doce horas del día primero de noviembre se colocaba la ofrenda pues se creé que en ese momento hacen su arribo las ánimas y a las doce horas del día dos se retiran. En aquel tiempo me ponía a espiar, para ver si lograba ver como comían las ánimas, mi abuelo me decía ¡No vayas a tomar alguna fruta! ¡Por que te quemas! Mejor duérmete mañana cuando vayamos por la tarde al campo santo coges lo que quieras
Yo pienso que las ánimas si vienen por que su aroma lo dejan impregnado en la ofrenda, es un sabor muy agradable y como siempre fui muy obediente nunca me queme, otros al momento de tomar algo de la ofrenda salían corriendo y gritando ¡Ay mamacita me estoy quemando!, algunas personas adultas afirman que su incredulidad los hizo ver como se mueven las ánimas en forma de sombra.
LA CATRINA
Cuenta Don Héctor, un seis de agosto a eso de las doce de la noche, regresaba de una fiesta donde había convivido con algunos amigos y, recuerda que solo tomo unas cuatro o cinco copas, por lo que decidió retirarse a su casa; el don agregó, tranquilamente encendí un cigarrillo y camine a mi morada. La noche era obscura, las calles del centro del pueblo estaban vacías, como decía mi abuelo, “Sin una alma”. Antes de llegar a mi hogar escuche el ruido del caminar de una dama con tacones, a lo lejos percibí una silueta que lucía un hermoso vestido transparente de color blanco, a medida que se iba acercando pude entrever su escultural cuerpo, ¡Rayos! exclame ¿quien será esta dama y qué andará haciendo a esta hora?, de momento pensé, es joven y bonita, tal vez acepte salir conmigo, arroje al piso la colilla del tabaco y me acerque para hablarle; Hola ¿Porqué tan sola?, ¿buscas a alguien?, ¡no objeto! Al escuchar su dulce voz le dije, ¿oye mamacita, aceptarías que te lleve a la feria del pueblo de Capultitlán?, vamos a divertirnos un rato. Ella me contesto, ¿deberás me llevarías?, ¿No me tienes miedo?, en ese momento me sentía muy macho y le dije, ¡claro que no te tengo miedo!, ¿por qué lo haría? si estas como quieres, en eso ella me tomo del brazo y me dijo, ¡conste que yo te advertí!. Al momento en que ella se apoyo de mi, empezamos a volar, primero al lugar más alto del Nevado de Toluca, luego me llevó al cerro de Tlacotepec, posteriormente a la torre del templo de San Felipe e inmediatamente a la de Capultitlán, desde arriba observé los juegos mecánicos vacíos, una que otra gente caminaba en la plaza, al mismo tiempo sentí un frío que recorría todo mi cuerpo, ella me dijo ¿por qué tiemblas? ¿No que no me tenias miedo?, en mi pensamiento me encomendé tanto a Dios nuestro Señor, que le pedí que me ayudara a salir de ese problema, diciendo ¡Dios mío, Dios mío, sálvame por favor!, la catrina me soltó y sonriéndose burlonamente me dijo ¿No que querías traerme a pasear a esta fiesta?, ¿no que no tenias miedo? Yo pienso que ella se compadeció de mí y apoyándose nuevamente de mi brazo me regreso a la casa al amanecer. ¡Ave María Purísima! exclame, no lo podía creer. Moraleja: Algunas personas tienen el don de ver lo que no podemos ver.
EL HOMBRE INVISIBLE
A Don Josafat le gustaba participar en los paseos de San Isidro labrador y en las otras dos fiestas de su comunidad, su ambición de joven era llegar a imitar a un gran mago, motivo por el cual le dio por leer un libro de magia blanca, en cierta ocasión, en un carnaval salió haciendo actos de encantamiento; que consistía en meterse en la nariz un clavo metálico, de unos 10 centímetros de largo y en tres vasos; uno con agua natural y los restantes vacíos que al pasar el liquido de uno a otro, el agua cambiaba de color.
El chaval quería saber más cosas, un día consiguió “El libro negro”. La obra en su introducción prevenía al lector que a cambio de lo deseado, tenía que darle su alma al “chamuco”. El chamaco no le dio importancia a la advertencia y pidió su deseo, “Hacerse invisible, para trasladarse de un lugar a otro sin ser visto y traspasar la pared o puerta de alguna tienda o comercio sin usar la portezuela”, un mago como “Harry Poter”.
El “nahual, lo citaba a las doce de la noche en algún crucero de las calles del pueblo, en el panteón o en algún paraje aledaño de la comunidad; al llegar al lugar, el inquieto hombre lo primero que hacía era encerrarse en un círculo. Por su parte, “El Diachí” arribaba como fiera, toro o caballo; a lo lejos sus ojos relumbraban de color rojo, echando fuego por la nariz y por el hocico. El reto consistía en que el “chaval” no debía atemorizarse, ya que de hacerlo se llevaría su alma. La bestia al chocar con el círculo se desvanecía, convirtiéndose en un catrín, para luego llevarlo de un lugar a otro, como al nevado de Toluca o a la punta de alguna torre de una iglesia. Pero el muchacho decía que esos viajes eran como un abrir y cerrar de ojos, claramente veía como iban volando, al rayar el sol del nuevo día lo dejaba en el lugar de la cita.
La magia la practicaba por las noches, con sus amigos cuando salían a otro pueblo siempre les aconsejaba que se adelantaran y ¡oh! sorpresa ¿Cómo le hiciste para llegar primero?, él les contestaba: tome un atajo. Lo cierto es que se hacia invisible y aprovechaba para entrar alguna tienda para llevarles fruta o alguna golosina.
El libro lo guardaba en su alcoba sobre un buró junto a su cama, él sabía que tarde o temprano "El Chacal" se lo llevaría y fue entonces cuando se encomendó a Dios nuestro Señor, lo primero en que pensó fue destruir el libro del mal, haciendo cachitos cada hoja para luego prenderle fuego y ¡cuál fue su sorpresa!, al entrar a su cuarto, el libro estaba en su lugar, como vio que era indestructible, corrió con el padre a solicitar su ayuda, quien le aconsejó retornar la gracia de Dios, arrepintiéndose de sus pecados y no separarse jamás de él. No fue fácil, ya que no lo dejaba en paz y constantemente lo sacaba del templo, pero su fe a Jesucristo fue más poderosa que lo unió a la Adoración Nocturna por el resto de su vida.
EL HUERTO ENCANTADO
Esta leyenda data de la época de la colonia, de generación, en generación se ha ido transmitiendo a las nuevas familias, unos opinan que eso no puede ser verdad, sin embargo, según cuenta la historia, estos hombres tenían pacto con el “Chamuco”. Dicen los lugareños que, hace mucho tiempo, existió un lugar encantado (en el rancho “Casa Huehuetuncle”), donde a las doce de la noche varios arrieros de otros pueblos venían a cargar la fruta más fina de la región, para venderla en la ciudad de Toluca. La entrada de la finca se localiza sobre una pequeña cima, a mano derecha está un pozo o noria de agua potable, a un costado de él estaba una zarza y detrás de ella un chivo de espalda de color negro, con unos imponentes cuernos y sus ojos con la luz de la luna destallaba un color rojizo. Para entrar al huerto, el caporal designado tenía que besar la cola de la cabra y al instante se abría el “encanto”, los demás hombres con sus animales de carga entraban uno a uno y el designado ingresaba al último, de esa forma el embrujo se obstruía; una vez que todos los arrieros cargaban sus animales, para salir del encantamiento, el elegido utilizaba el mismo procedimiento (besar la cola de la cabra), yéndose cada quien por su camino.
4. Dichos y Refranes
A tras de cada proverbio, hay alguna realidad, los dichos brotan de los valores como las tradiciones y costumbres de un pueblo, como conocimientos de la vida que buscan situar nuestro futuro. Mi tierra, como en otros lugares del mundo, cuenta con una serie de dichos y refranes en su haber. En esta ocasión les mencionare solamente algunos. Los dichos son expresiones cotidianas y espontáneas del lenguaje, por ejemplo: “mientras menos burros, más olotes”, “hasta que se le hizo el agua”.
Los refranes, llevan implícito un consejo, una enseñanza o una sentencia derivados de las vivencias de las personas. Por ejemplo: “palo dado ni Dios lo quita”, “candil de la calle oscuridad de tu casa”. Algunos versan sobre lo gracioso, el sarcasmo, el doble sentido o la simple cultura. Indudablemente estoy seguro que todos les serán de utilidad: “a buen árbol te arrimas”, “a cada capillita se le llega su santo”, “a dónde vas que más valgas”, “a comer y a dormir sólo una vez se llama”,”a la mujer ni todo el amor ni todo el dinero”, ¡a ver si como roncas, duermes!, “al buen entendedor, pocas palabras”, “al mal tiempo, buena cara”, “al mejor cazador, se le va la liebre”, “al ojo del amo, engorda el caballo”, “perro que ladra, no muerde”, “arrieros somos, y en el camino andamos”, “cae más pronto un hablador, que un ciego”, “como te ven, te tratan”, “con un ojo al gato y otro al garabato”, “cuando Dios no quiere, ni los santos pueden”; “cuando tú apenas vas, yo ya vengo”, “cuerpo dormido, todo perdido”, “de esas pulgas no brincan en mi petate”, “de noche todos los gatos son pardos”, ¡diciendo y haciendo!, “donde pongo el ojo, pongo la bala”, “Echando a perder, se aprende”, ¡el burro hablando de orejas!, “el miedo no anda en burro”, “el que acaba primero, le ayuda a su compañero”, “el que con niños se acuesta, mojado amanece”, “el que de ajeno se viste, en la calle lo desnudan”, “el buen gallo, donde quiera canta”, “el que mucho abarca, poco aprieta”, “el que no oye consejos, nunca a viejo llegará” “dime de que presumes y te diré quien eres.
BIBLIOGRAFIA:
Iturbe Albarrán Marino, Monografía delegacional de San Juan Tilapa, H. Ayuntamiento de Toluca, México, 2000. 137 p.
Iturbe Albarrán Marino, San Juan Tilapa “Cronistas Delegacionales”, H. Ayuntamiento de Toluca, Estado de México 1994. 100 p.
Iturbe Albarran Marino, San Juan Tilapa en la Historia, H. Ayuntamiento de Toluca, Estado de México 2002. 45 p.
Iturbe Albarrán Marino, Toluca y sus Pueblos Mágicos “San Juan Tilapa”, Quinta Regiduría del H. Ayuntamiento de Toluca, Estado de México, Año 0, Número 1, noviembre 2002
DR. ISBN 968-7956-37-2
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